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Amor ardiente

Hoy me siento llena de amor,
de un amor con vestiduras ardientes
que se queman con su propio deseo,
signo inequívoco de su esencia,
un amor tórrido, un amor de agosto,
abrasador, hirviente, crepitante,
que busca fervientemente refrescarse en brazos de otro.
Calor que con calor se apaga,
su esencia febril y apasionada,
no aminora ni con la frescura del agua.
Hoy mi piel se muestra impetuosa,
temperamental y candente,
mis besos, arden entre suspiros
mientras mi cuerpo se muestra exaltado
por su apetito insaciable.
Hoy no hay signos evidentes de desinterés,
mi anhelo son tus besos,
tu piel, tu cuerpo, tu fuego,
la conquista, la seducción, el coqueteo,
todo aquello que me recuerda que vivo,
que siento, que me enamoro, que deseo.
Hoy las sensaciones son enérgicas,
de una viveza suprema que invita a jugar,
a recrearse entre las sábanas,
a desafiar con las miradas
y a arriesgar por tus caricias, lisonja para mis entrañas.

Meridien

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