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No te olvido, te quiero



Los días pasan pero tu recuerdo es inolvidable

permanece en mí perenne pero no inmóvil,
se hace sentir, se hace recordar,
me llena de estímulos, es indeleble.

Tu recuerdo es mi recuerdo,
es la esencia que impregna mi cuerpo y mi mente,
son la memoria y reminiscencia de tus caricias,
de tus besos inmortales,
de tu quehacer sin demencia pero con notas de locura.

Mi mente se llena de ti cuando te piensa,
porque te siente y de alguna manera te ama en esa distancia marcada,
mi juicio a veces se pierde, no es la intención
ni siquiera el cometido del momento,
no es propósito ni intención,
a veces, tan solo es la sentencia que emite el corazón para reinventarse.

Me siento vibrante y vehemente cuando te pienso,
porque siento tu talante palpitante,
tus susurros penetrantes,
tu piel endiabladamente deliciosa, tórrida, extremadamente apetecible.

Los días pasan, pero tu recuerdo sigue en mí,
tan apetecible como el primer día,
tan lleno de amor, de locura, de enamoramiento, de seducción,
los días pasan y yo te sigo queriendo.

Meridien, 2012

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