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Amargura que se pierde en sí misma

Decías que me querías, pero todo eran mentiras
decías que me apreciabas, pero todo era parte de tu labia.
Me utilizaste para deshacerte de quién decidías
sabiendo que yo sería la siguiente de tu lista maldita.
Creí que eras sincero y sencillamente
mentiste con la máscara de la amistad,
volcaste tu mierda en mí
y ahogaste con tus acciones la felicidad que aún pudiera tener
en mi rostro, en mi ser.
Cómo pude vivir tan engañada
cómo pude creer en ti
cuánta amargura creaste y me hiciste sentir.
Creí que crecería y sin embargo 
quedé rechazada hasta caer exhausta.
Ahora toca levantarse y volver
volver a estar viva
volver a sentir mi valor
crecer como persona y abandonar este dolor.
Para ello, decirte
no te pagaré con tu misma moneda
tú mismo te vales para perder lo valioso
y vives bajo la sombra de momentos insulsos, sin sabor.
Tu destino dejó de ser mi destino
tus palabras son ahora lo que fueron siempre, falsas.
No me di cuenta
no supe verlo
pero ahora mismo la venda cayó al suelo.
Pudiste ser, crecer y dar lo mejor
y aún así, tu personalidad ganó.
Amargura y pesimismo son tus banderas
y si no cambias, tu destino.
Te olvidaré algún día
olvidaré el daño que me causaste
pero de momento sólo puedo pedir a mi mente
que aprenda a perdonarte.

Meridien

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