Ir al contenido principal

Cruce de caminos

Si alguna vez tu camino se cruza con el mío
no dejemos la oportunidad de saludarnos,
aunque sólo sea un cruce de miradas
o unas sonrisas que desde la distancia se hablan,
seguramente el destino jugó sus cartas
y apostó por nosotros.


Si alguna vez tu camino se cruza con el mío,
compartiremos el suelo que pisamos,
el aire que respiramos,
el paisaje que observamos,
será un momento íntimo, aunque ni siquiera lo soñamos.


Si alguna vez tu camino se cruza con el mío,
puedes decidir si seguir tu camino
o atreverte a cambiar y seguir el mío,
marchar a mi lado y sentir la calidez
de caminar siendo más de uno.

Si alguna vez tu camino se cruza con el mío,
habremos compartido más de lo que pretendimos.

Meridien 2014

Comentarios

Entradas populares de este blog

De casualidad

Te encontré de casualidad entre palabras y silencios, descubrí una nueva forma de sentir teñida de azul intenso. Y desde lejos, te admiraba y de cerca, te sentía, y más allá de un buen momento, lo nuestro duró toda una vida. Me niego a sentir que te pierdo, me niego a pensar que te alejas, y aunque el tiempo marque distancias, el amor siempre nos acerca. Tu mirada y tu sonrisa, siempre cálidas y atentas, llenan de paz y sosiego, mi alma y mi rostro. Somos parte de miradas, algunas cercanas y otras ajenas, siempre distantes de nuestra historia mas atentos a nuestras elecciones. Y de la casualidad de un día, y de ese inesperado momento, se ha creado una relación intensa, dulce, cálida y a la vez hermosa. Pues de las palabras y silencios nacen bonitas historias, te encontré de casualidad y ahora la casualidad, es, historia. Meridien, 2006

Mamá, allí donde estés... te queremos.

Hola mamá, no han pasado ni unas horas desde que te fuiste y ya te hecho de menos. Nada es lo mismo sin ti, sin tu sonrisa, sin tus ganas de vivir, sin tu mirada siempre dulce y acogedora. Ahora el silencio llena la casa y este dolor que siento en mi corazón me desborda y me deja sin palabras. Nunca imaginé esta despedida, ni esta sensación de tristeza que me inunda, no estaba preparada para perderte, para que te fueras tan pronto y tan rápido. La vida es dura, te da y te quita cuando menos te lo esperas, pero es tan valiosa que nos aferramos a ella hasta el último suspiro. Hoy tu corazón ha dejado de latir y tu vida se ha apagado como una estrella fugaz, pero tu esencia, tu recuerdo y tu gran amor permanece en cada uno de nosotros. Sé que hay que ser fuerte, me lo digo una y otra vez, pero las lágrimas queman mi piel y mi corazón se despedaza con cada pensamiento… pero la vida sigue y hay que superar este difícil momento. Mamá, donde estés, ya sabes que te queremos. Ya sabes que h

Cada vez más pequeña

De nuevo sentí que me abandonabas, que te alejabas a ciencia cierta, que anteponías tus deseos a cualquier muestra de afecto y sin pausa, te hacías inmenso. De nuevo sentí la voz de la soledad llamando a mi puerta con cierto grado de inexactitud, por qué ahora, por qué así, cuándo decidiste ser lo único que importaba hiriendo de nuevo mi corazón. No puedo volver a dejar que cambies cada instante de mi vida, a tu gusto, a tu placer, en el instante que tú quieras para así satisfacer tu ego y demostrar que llevas las riendas del poder. Cada caida resulta más grande, más dolorosa, llena de tristeza y desolación, los golpes y moratones forman parte de mis señales de guerra y aún así yo, sigo cayendo a tus pies, malherida, pequeña, sumisa. Meridien