Ir al contenido principal

Todavía estás a tiempo...


Se dice que hay un tiempo para vivir y otro para morir,
que hay tiempo para soñar, para ilusionarse y para amar,
tiempo para el dolor y la enfermedad,
tiempo para la gratitud y la paz,
tiempo para sonreír y reír sin parar,
tiempo para cantar, bailar y deslumbrar,
también hay tiempo para las lágrimas, para la tristeza y la soledad.
Tiempo para triunfar y para el éxito,
tiempo para los contratiempos… sin más,
tiempo para la familia y para la amistad,
tiempo para correr, saltar y disfrutar,
tiempo para descubrir, ilusionarse y meditar.
Se dice que hay tiempo,
pero el tiempo pasa y ese no vuelve jamás.
Atesora cada momento, porque valen más de lo que pensaste jamás.

Meridien,2015

Comentarios

Entradas populares de este blog

De casualidad

Te encontré de casualidad entre palabras y silencios, descubrí una nueva forma de sentir teñida de azul intenso. Y desde lejos, te admiraba y de cerca, te sentía, y más allá de un buen momento, lo nuestro duró toda una vida. Me niego a sentir que te pierdo, me niego a pensar que te alejas, y aunque el tiempo marque distancias, el amor siempre nos acerca. Tu mirada y tu sonrisa, siempre cálidas y atentas, llenan de paz y sosiego, mi alma y mi rostro. Somos parte de miradas, algunas cercanas y otras ajenas, siempre distantes de nuestra historia mas atentos a nuestras elecciones. Y de la casualidad de un día, y de ese inesperado momento, se ha creado una relación intensa, dulce, cálida y a la vez hermosa. Pues de las palabras y silencios nacen bonitas historias, te encontré de casualidad y ahora la casualidad, es, historia. Meridien, 2006

Mamá, allí donde estés... te queremos.

Hola mamá, no han pasado ni unas horas desde que te fuiste y ya te hecho de menos. Nada es lo mismo sin ti, sin tu sonrisa, sin tus ganas de vivir, sin tu mirada siempre dulce y acogedora. Ahora el silencio llena la casa y este dolor que siento en mi corazón me desborda y me deja sin palabras. Nunca imaginé esta despedida, ni esta sensación de tristeza que me inunda, no estaba preparada para perderte, para que te fueras tan pronto y tan rápido. La vida es dura, te da y te quita cuando menos te lo esperas, pero es tan valiosa que nos aferramos a ella hasta el último suspiro. Hoy tu corazón ha dejado de latir y tu vida se ha apagado como una estrella fugaz, pero tu esencia, tu recuerdo y tu gran amor permanece en cada uno de nosotros. Sé que hay que ser fuerte, me lo digo una y otra vez, pero las lágrimas queman mi piel y mi corazón se despedaza con cada pensamiento… pero la vida sigue y hay que superar este difícil momento. Mamá, donde estés, ya sabes que te queremos. Ya sabes que h

Cada vez más pequeña

De nuevo sentí que me abandonabas, que te alejabas a ciencia cierta, que anteponías tus deseos a cualquier muestra de afecto y sin pausa, te hacías inmenso. De nuevo sentí la voz de la soledad llamando a mi puerta con cierto grado de inexactitud, por qué ahora, por qué así, cuándo decidiste ser lo único que importaba hiriendo de nuevo mi corazón. No puedo volver a dejar que cambies cada instante de mi vida, a tu gusto, a tu placer, en el instante que tú quieras para así satisfacer tu ego y demostrar que llevas las riendas del poder. Cada caida resulta más grande, más dolorosa, llena de tristeza y desolación, los golpes y moratones forman parte de mis señales de guerra y aún así yo, sigo cayendo a tus pies, malherida, pequeña, sumisa. Meridien