No es oscuridad lo que veo en mi corazón cuando la soledad se ha abierto camino rasgando las esperanzas que germinaron en otro tiempo, no es oscuridad y vacío, sino plenitud de sentimientos heridos, confusos en ese espacio llenos de una luz que busca dilucidar una razón, un sendero entre las tinieblas, alentando un futuro incierto, secundando la oportunidad de persistir en la vida. No es oscuridad lo que se deriva de las palabras, ni si quiera es opacidad o ignorancia, quizás confusión por lo acontecido, quizás, certeza de estar sumamente afligido. Meridien
las historias, las palabras, los pensamientos, las inquietudes, los sentimientos... muestran nuestra humanidad más allá de lo predecible