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Mostrando entradas de mayo, 2007

Al otro lado en silencio

Tú, estás ahí, al otro lado, escuchando, observando, comprendiendo, tú, en tu silencio de palabras, en tu distancia más cercana, proximidad de sentimientos que se baten al unísono, entre tú y yo una distancia que no se ve, pero aún así tú buscas mis palabras, me escuchas sin saber con certeza que yo lo sé, pero sí, sí se que estás ahí, que te interesa mi voz escrita, mis sentimientos relatados en infinitas letras y por ello, me conmueves, me conmueves desde la distancia que se convierte en nuestra cercanía, desde tu hogar que muchas veces haces mío, desde tu corazón que comparte momentos indefinidos, tú, tú siempre acompañado, acompañado de mis palabras, de mis noches de desvelos, de mis días más intensos, compartiendo sin saberlo. Meridien, 2007

El que ama de frente

Cuan humilde es tu mirada cuando miras desde el corazón, cuan bellos sus destellos cuando están llenos de amor, quien pudiera ser el deseo de tus ojos o la luz que ilumina tu mirada, quien pudiera ser ese tesoro que anhelas en tus entrañas. Tienes dones que desde cerca se realzan, tienes belleza dentro y fuera del alma, eres dulce como la miel y transparente como el agua, eres aquello que mi corazón busca y que jamás atrapa. Sonríes a la vida, dulce y plácidamente, vives cada día desde el presente más inminente, sueñas con sueños que se realizan y despiertas con intereses, tú eres aquél que siempre ama de frente. Meridien, 2007

Azul intenso en tu mirada

He conocido el azul de tus ojos de cerca, adentrándome en las aguas azules de tus pupilas, he sentido un impulso temeroso que buscaba tus palabras, preguntando tu nombre bajo la respuesta del mío. Y en esa profundidad de tu mirada, en ese apacible rostro que me sonrie, reconozco una posibilidad de amistad, una puerta que se bate llena de posibilidad. Posible ser, posible estar, posible tú, yo, nosotros, posibilidad. Y ese azul profundo de tu mirada, que me atrae sin igual, y esa sensación de conocerte, cercano, próximo, me hacen afín a tu persona, a tu saber estar. He conocido el azul de tus ojos y me enamorado del mar. Meridien, 2007

Tú cerca de mí

Hoy sentí la brisa sobre mis hombros, acariciando suavemente mi piel, hoy ví el amanecer sin estar a tu lado, pero sentí tu presencia sin enloquecer. Sabía que estabas cerca, cerca de mi corazón, sabía que sentía tu aroma, aquél que tantas veces me inundó, quería abrazarte y no estabas, pero el cielo se iluminó, con un azul intenso, lleno de color, era tu sonrisa en mi mirada, era tu tacto sobre mi piel, eran las huellas que dejaste sin más en mi corazón, eran todos los sentimientos, con los que me llenaste de amor. Hoy sentí tu cariño en el aire y dentro de mí, sentí tu alma cerca de la mía, caminando hacia un nuevo porvenir, juntos en esta vida, impredecible nuestro fin. Meridien, 2007

No es fácil aceptar que te vas

No quieres imaginarte tu soledad, no quieres ver el final de tu cuerpo, no quieres sentir como se apaga y poco a poco se desvanecen ilusiones, sueños y realidad, pero siempre llega el final de aquel principio. Es fácil decir que no temas, que no te angusties por el final de tu principio porque es el princpio de un nuevo final, un final para el que ahora no tienes conciencia y que no sabes ciertamente si existirá. Es fácil evocar palabras que suenen a libertad, es fácil dar ánimos y hablar de un mañana, sin saber que el ahora es lo que más te importa, porque el ahora eres tú, tu vida, tus segundos, horas o días en los que te sentirás viva, en los que serás infinitamente tú. Y yo desde el otro lado de la cama, me siento impotente ante esta dura realidad, siento que te pierdo, siento que este es un final, siento el dolor que te embarga, la angustia que no te deja pensar, siento tu mirada temerosa, a veces perdida en el horizonte, otras fijas en mi rostro y poco a poco mi pena se hace mayo

Herir sin querer

No es bueno tanta tristeza, no es bueno sentirse odiada, sentir los golpes que recibes y el sabor amargo de las palabras. Nunca quisiste hacer daño, ni caminaste con la maldad a tus espaldas, nunca empuñaste un arma de doble filo y sin embargo muestras heridas profundas y cicatrices de otras batallas. Sabías que la vida no sería fácil, mas bien complicada, pero nunca esperaste sentir tanto dolor, ni sentir esa pena en tu corazón, nunca quisiste herir y sin embargo heriste sin querer. Entregaste parte de ti en cada palabra, en cada sonrisa y en cada mirada, y ahora todas ellas sirven para que te hieran, para que hagan uso de ellas y te sean devueltas como un arma que envenena. Te preguntas si eres culpable de tus acciones y omisiones, de tus silencios e incompresiones, de tus palabras y emociones. Intuyes la respuesta, la sabes desde tu corazón, es como el aire que surca nuestros pulmones y nos llena de vida y oxigeno, es como el agua que nos hidrata, o el alimento que nos sacia, es la

Quiero tiempo

Porque el tiempo no cura todas las heridas, porque con el tiempo no siempre se olvida, porque el tiempo pasa, sigue su ritmo, el palpitar de la vida y el silencio de la muerte. Y aún así lo quiero, deseo tenerlo, deseo poseerlo, disfrutar de él, deseo tiempo, tiempo para vivir, tiempo para amar, tiempo para soñar, tiempo para aprender, tiempo para enseñar... Te llevo cada instante en mi memoria, te siento en mi cuerpo, a veces tu paso es muy rápido, otras se vuelve más lento y aunque tu eres constante yo te percibo discontinuo, incierto. Pero soy obstinada y paciente, así que te espero cada segundo de tu tiempo, para poseerte, para atesorarte en mis adentros y disfrutarte con mis sentidos, porque a ti tiempo, te valoro con respeto. Meridien, 2007

Destino paciente

Esa tarde que se llenó de impotencia, sin sentido o con él, que sembró la discordia en tus adentros, que pintó el cielo de gris intenso, colmó tu alma de tristeza y tu cuerpo de impaciencia. Esa tarde que te llevó al filo del precipicio, al mismo borde del profundo abismo, que te dejó sin fuerzas y malherido, esa tarde que te hizo sucumbir al desgarro de tu silencio y al sabor amargo de tus pensamientos. Fue esa tarde y no otra, la que mostraste tu fragilidad entre fortalezas, en la que quedaste atrapado sin remedio, erroneamente enturbiaste tú mismo tu ilusión, y ahora sólo esperas un poco de comprensión, comprensión de ti mismo, esperando una nueva jugada en manos del paciente destino. Puede que recuerdes esa tarde con discordia, con pena y llena de rechazos, puede que veas lo más triste de esta historia o simplemente la oportunidad de algún día conseguir la victoria. No hay lamento que no tenga un sollozo, ni suspiro que quede vacío de aire, no hay destino sin cambios, pero si hay e

Decisiones

Decisiones que van acompañadas de personalidad, de esencia que se convierte en hecho, de realidad en un tiempo determinado, decisiones que hoy presentes podrán ser pasado. Decisiones objetivas, pensadas, racionalizadas, a veces de corazón, sentimentales, afectivas o conmovedoras, decisiones con un objetivo desconocido, pero seguro llenas de intencionalidad, embriagadas de buenos pensamientos, raciocinio y cordialidad. Decisiones que nos llevan por diferentes caminos, caminos por caminar, por recorrer, llenos de matices, de errores y aciertos, impregnados en la esencia de la vida, de nuestra verdad y nuestro destino forjado con más o menos acierto. Necesidad de un manual de decisiones, para buscar una objetividad a veces no presente, una referencia para decidir, una decisión con determinación, pero no existe, no está, no es presente, mas bien es indiferente, irreal, no existente, no personal. Decisiones, a veces fáciles y otras complejas por tomar. Meridien, 2007

Lleno de paciencia

Paciencia, es la actitud que recibo de tu persona, comprensión por cada uno de mis errores, de mis olvidos o equivocadas decisiones, es tu forma de actuar frente a las dificultades que nos sobrevienen, a las continuas preguntas, muchas veces repetitivas, culpable mi escasa memoria. Afecto, es el que recibo sin más, es una estima que crece con el paso del tiempo, de los momentos compartidos, de nuestras confesiones y simpatía, es aprecio que se convertirá en lealtad, por las buenas acciones, por nuestra afinidad. Interés, es el que muestras por ayudarme en el día a día, frente a las dudas, frente a los aciertos y equivocaciones, sin esperar nada a cambio, con empeño, acción de ley, acción de apego. Generosidad, la que embarga todo tu ser, que eleva tu alma al cielo, que llena tu corazón, que da y que recibe, sin más, generosidad. Todas ellas actitudes que te llenan, que emanas y que das, todas ellas gentiles, deliciosamente, especiales. Meridien, 2007