... cuéntame

Acércate, quiero sentirte de cerca, quiero percibir el calor de tu piel en mis manos y acariciar con suavidad tu rostro, captando la belleza de tu cuerpo , de una forma inusual, a ciegas, con los ojos cerrados, apreciando toda tu esencia, llenándome de ti. Deja que cada yema de mis dedos experimente con tu piel, y sean seducidas de una forma cautivadora, sugestionando mis sentidos, mi pensamiento, mi ser. Permíteme escuchar de cerca ese palpitante latido que emerge con desenfreno de tu desnudo pecho, agasajando a mis oidos, en esta esfera de calidez embriagadora, expresión de la pasión que nace en tu interior. Acércate y déjame recorrer tu piel, definiendo cada zona de ella, para sentirla como territorio propio y amarla como jamás fue amada. Permíteme impregnarme con tu aroma y saciarme con tu sabor, concede a mis labios tus labios y a mi boca la humedad de tu lengua, para así quedar subyugada a tu esencia. Acércate, te quiero, me fascinas, me atraes, me embelesas con todo tu ser, en

Te quiero, pero no quieres oirlo, no te interesa, sólo quieres un cuerpo, te quiero, escúchame, sólo por una vez, nunca pretendí amarte y sin embargo, te quiero. Te quiero, en los días soleados, en los lluviosos, en aquellos que el viento sopla favorable y en los que un huracán se vuelve nuestro tormento, pero tú no quieres escuchar y yo sólo quiero que sepas,que te quiero. Te quiero, aún cuando me dejas esperando, cuando rompes las promesas y te comportas como si jamás nos hubieramos amado, te quiero, escucha, sólo son dos palabras, que rebotan una y otra vez en mi interior con el afán de ser escuchadas y no permanecer siempre ignoradas. Te quiero, en este tiempo, aquí y ahora, en este presente, quizás en un futuro, pero mi mente és débil y mi pensamiento puede ser mi propia tortura, no sé si quererte tanto es bueno o simplemente, es el veneno que llena mi cuerpo. Te quiero, aun sabiendo que no es recíproco, aun sintiéndolo en carne propia, percibiéndolo desde muy adentro. Y aún así,

Las lágrimas sólo son un pequeño reflejo de este estado de pensamiento, donde la tristeza sólo es un peldaño en la ascensión del caos entero, no puede haber tormento mayor que amar tanto y morirse de desamor por dentro. Y a mis pulmones sólo llega desolación con sabor a acíbar, ese que crearon cada una de tus palabras, las cuales rasgaron como cuchilla afilada mi corazón y lo hicieron sangrar hasta quebrantarse, lleno de tanto dolor, no puede haber tormento mayor que amar tanto y morirse de desamor por dentro. Quizás sea mi desdicha amar sin límites, sin pedir nada a cambio y dando por el amor el mundo entero, no es placer este calvario, esta tortura que me abate una y otra vez, no puede haber tormento mayor que amar tanto y morirse de desamor por dentro. Tal vez el suplicio de este loco amor apasionado, no tenga porvenir aquí ni ahora, quizás nunca, predestinada a sufrir por amor, nunca debí enamorarme y sin embargo, el amor llamó a mi puerta con su sabor primero azucarado, más tarde

Que quieres que te cuente, que las horas pasan y los espacios quedan vacíos, las sonrisas se apagan y el amor se pierde entre silencios. Sí, es así, sólo se percibe tristeza, añoranza por lo que pudo ser y no es, incomunicación, aislamiento, ausencia. No hay más que decir, no es bueno reiterar, insistir en algo que no se pretende, no, no lo es. Tu forma de vida sólo concibe tus deseos, tus ambiciones, tu individualidad, de ahí nace tu frivolidad. Este espacio se vuelve desierto, vano, sin porvenir, pendiente de vida porque ella se quedó parada en el camino. Silencio, vacío, superficial, insustancial, muerto. Que quieres que te cuente, que las horas pasan y la soledad, es sencillamente insoportable. Meridien

No silencies mi voz, no silencies mi persona, no me dejes atrás, no, no me niegues una y otra vez. No vedes mi camino, no me impidas volar o soñar, no me prives de la vida, no, no me prohibas avanzar. No contradigas todas mis decisiones, no rechaces cada una de mis propuestas, no impugnes mis demandas, no, no te opongas a cada una de mis palabras. No esquives mis miradas, no evites mi tacto, no soslayes las verdades, no, no eludas mi cercanía. No protestes por todo y a la vez por nada, no te desdigas de cada una de aquellas sinceras palabras, no desestimes mi amor, no, no me obligues a olvidarte. Meridien

De frente,a dos centímetros de ti, a un suspiro de tu cuerpo, así, así te tengo, tan cerca que tu aliento es mi alimento y tu olor, el detonante de mi ofuscamiento. De frente, a dos centímetros de ti, asediada por la testosterona que desprende tu cuerpo, eclipsada por esa mirada de seguridad, de pasión, de deseo, de una intensa lujuría. De frente, a dos centímetros de ti, mi cuerpo empieza a temblar inducido por una excitación sin límites, impulsado por ese soplo de aire que llegó hasta mis labios desde tu interior, ese aire que hizo arder mi piel hasta que la humedecieron tus besos. De frente, a dos centímetros de ti, sintiendo cada latido de tu corazón, cada palpitar del mío, percibiendo su escalada a un ritmo ascendente, presagiando una quema de desenfreno. De frente, a dos centímetros de ti, la lascivia se llena de lubricidad y cada poro de nuestros cuerpos emana sensualidad convertida en puro deseo. De frente, cara a cara, casi sin espacio entre nuestros cuerpos, aquellos que se b

Hoy, desde la distancia, te enviaría un nuevo día, un día lleno de vida para vivir, para consumirse en tus pulmones, en tus labios, entre tus manos, llenando tu corazón de un palpitar incesante, esperanzador, lleno de alegría. Un día lleno de felicidad, de una singular sensibilidad, de un abrumador sentido de bienestar, un día como jamás antes hubieras sentido. Y lo envolvería de cariño, de sonrisas, de amistad, de inocencia, de sencillez, de todo lo bueno que he recibido, de todo lo bueno que hay por venir. Un día, que te hiciera olvidar lo malo, que iluminara tu mirada y dibujara una sonrisa en ese rostro que a veces se muestra cansado. Y siento que desde la distancia, te enviaría un nuevo día, un día lleno de instantes indescriptibles, de momentos cubiertos de color, de sabor, de curiosidad, un día, apetecible, tal vez deseable. Porque cada día es único, irrepetible, porque cada día cada día está lleno de vida. Y así, en este momento, yo te envuelvo este día, y desde la distancía t

Donde se esconden las palabras, quizás tras unas tímidas letras que se unen, que se buscan con el fin de la creación, tal vez sin sentido o con él, jugando a ser ellas mismas o tal vez imaginando ser algo superior. Donde se esconden las palabras, en tus labios o en los míos, en tu boca o en mi boca, en tus manos o en las tuyas, tal vez entre nuestros dedos, quizás en nuestras miradas. Donde se esconden las palabras, esas que nos llenan de misterio, de imaginación, de inquietudes, que nos dan sabor a la vida, tanto en su silencio como en su tono de voz. Donde se esconden las palabras, donde se ocultaron para no ser encontradas o simplemente jugaron conmigo, contigo, con nosotros, esperando a ser descubiertas un día u otro. Donde se esconden, pues voy a buscarlas. Meridien