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Mostrando entradas de mayo, 2008

Addicta a tu

Vas arribar als meus braços sense pensar-lo i et vaig agafar amb suavitat però amb ímpetu, no podia imaginar que succeiria, que les teves mirades acabarien fent-me presonera, que el teu tacte seductor es convertiria irreversiblement en part del registre que duia comptabilitzat el meu cor. Ets com l'aire que arriba a uns pulmons assedegats de vida, com l'aigua refrescant que desperta l'existència de les ànimes, ets el sucre que endolceix els meus petons i fa lluir una mirada d'enamorada mai vista, ets simplement tu, aquell que va arribar als meus braços i va seduir la meva voluntat. Fortament has persuadit cada racó de la meva pell perquè desitgi amb tanta força la resta de la teva, que ara sóc enterament addicta a tu. Són els teus petons el meu major desig, les teves carícies la meva major passió, la teva boca, les teves mans, la teva pell, el teu cos, la teva ànima, tot, sense distincions, al complet, perquè ets tu, aquell que als meus braços va arribar i va omplir d&

Me miento

Me miento a diario, diciendo que no te quiero, veo el reflejo de la soledad en el espejo cada vez que miro mi pálido rostro, siento que ya no te tengo y no sé si alguna vez te tuve, tan sólo recuerdo el calor de algunos momentos que ahora tan sólo forman un espejismo de sentimientos. Te has convertido en el sueño que se perdió al despertar, en ese amanecer sin esperanzas, en desierto a la hora de amar. Me miento, pensando que tu lejanía curará mis heridas y sin embargo, éstas enferman en su soledad, no puedo pedir que me ames, tampoco puedo evitar amar y sin ti sé que cada día se vuelve más triste, y las sonrisas acaban siendo tibias, las palabras en voz baja y el corazón lleno de arrepentimiento, por amarte, por quererte, por extrañarte, por desearte, por hacerte partícipe de su calor humano, por ser un trazo en su vida y el aliento que le da alegría, y mientras tanto, me miento a diario. Meridien

Déjame sueltas las manos...

Déjame sueltas las manos y el corazón, déjame libre! Deja que mis dedos corran por los caminos de tu cuerpo. La pasión —sangre, fuego, besos— me incendia a llamaradas trémulas. Ay, tú no sabes lo que es esto! Es la tempestad de mis sentidos doblegando la selva sensible de mis nervios. Es la carne que grita con sus ardientes lenguas! Es el incendio! Y estás aquí, mujer, como un madero intacto ahora que vuela toda mi vida hecha cenizas hacia tu cuerpo lleno, como la noche, de astros! Déjame libre las manos y el corazón, déjame libre! Yo sólo te deseo, yo sólo te deseo! No es amor, es deseo que se agosta y se extingue, es precipitación de furias, acercamiento de lo imposible, pero estás tú, estás para dármelo todo, y a darme lo que tienes a la tierra viniste— como yo para contenerte, y desearte, y recibirte! Pablo Neruda

Cazador

La miras con tu mirada de cazador que encontró la presa perfecta, la hipnotizas y la dejas inmóvil para luego hacerla tuya. La llenas de una pasión desbordante, de una locura que la ciega y sólo le dejas ver esa parte que quieres de ti, y en esos momentos te dejas amar por esa presa a la que cazaste y cuando ella se rinde ante ti, ya está perdida, conseguiste lo que querías. Cuando ella te besa buscando amor, tu giras tu rostro pues todo se acabó, tú saciaste tus intereses y la presa cayó, ahora ya no hay nada en juego porque tú ya eres ganador y ella se siente perdida porque cayó en las redes de alguien que jamás la amó, que sólo jugaba con ella y que nunca pretendió su amor, simplemente quería saciar ese ego de cazador, cazar a su presa y luego desaparecer sin decir adiós. Meridien

Llueve desamor

Llueve, llueve dentro y fuera, el gris del rostro del día acompaña la oscuridad de un corazón que no ve la luz por su ceguera, él no quiere reconocer que está hecho pedazos, que sus fragmentos ya son demasiados, que entre ellos mismos se producen heridas cuando intentan unirse, acercarse, y de nuevo, sólo consiguen hacerse más daño, sus irregularidades, les hacen díficiles de encajar con un simple gesto y si van rápido, el dolor es todavía mayor. Llueve tristeza y desolación, llueven gotas de amor que vienen desde el corazón y se pierden a través de esos ojos que lloran por la devastación de su interior, en esa mirada de tristeza se puede observar el eco del dolor, esa aridez que está dejando huella y ese calvario por conocer una realidad que siempre se negó. Y hoy la herida del corazón es más profunda, regada por palabras ácidas, majada con soledad, aplastada por sobresaturación de la realidad, y hoy la herida es desgarradora, el sabor de su boca es puro acíbar y su lenguaje es ausenc

Una pausa en el día

Hoy el mundo se paró para mí en ese mismo instante en el cual besaste mis labios, cogiste fuertemente mi cuerpo y me acercaste a ti, por un momento, el mundo se paró para saborearte, para saciar mis ansias de amarte y sentir ese fuego que acabó fundiendo nuestros cuerpos, que desnudos se batían entre placeres diversos y al compás de un único deseo, ser el uno para el otro. Hoy sentí que tus besos sabían a algo más o quizás fuera mi deseo de soñar y sentir que en ellos había algo que yo siempre pretendí encontrar. Hoy el mundo se paró por un instante para mí, para encantarme con el sabor de tus besos y recordarme que son ellos los que me gustan saborear, los que me hacen temblar desde la distancia y me llenan de suspiros sólo al imaginarlos, hoy sentí la pausa del tiempo cuando firmemente me hiciste tuya y te lanzaste a la conquista de mi cuerpo y de mis ganas de amarte, siendo testigos nuestra piel, nuestros ojos, nuestras miradas y la humedad de nuestras bocas. Meridien

Tic tac

Tic tac, pasan las horas y yo sigo sola, tú ausente de todo, de mí, de mi tormento, te alejaste para no entender, para no querer saber y seguir sin prestar atención, preferiste huir, alejarte, y escapar de la vida, de mí. Tic tac, pasan las horas y mi soledad crece, no puedo esperar más, esto es más que un contratiempo, somos tú y yo, alejándonos, marcando una distancia que crece cada vez que me rechazas y me aislas con desdén. Es tu indiferencia la que me hiere, la que me lascera, me angustia y me atormenta, es tu pasividad la que me tulle quedando magullado mi corazón. Tic tac, pasan las horas. los días, mi tiempo, tu tiempo, pasa nuestro tiempo y todo se acaba, consumando una realidad escrita, concluyendo otra etapa. Tic tac, tiempo muerto, tic tac, pausa, tic tac, silencio. Meridien

No més enllà

Qui pot oblidar estimar sense sentir aquest remolí de sentiments, aquesta plenitud que emana des de l'interior, que brolla en forma de passió i desig, tu em dius que t'oblidi, que m'evadeixi d'aquest amor que m'omple per dintre però el meu cos només fa que reclamar-te i cridar el teu nom en el seu silenci. Qui pot oblidar aquest sabor dolç de la teva boca, la suavitat de la teva pell o aquests petons càlids i humits al mateix temps, com esborrar del meu cor aquest sentiment que creix cada dia més i m'impregna de tu en records. No puc oblidar, no vull, sé que no puc anar més enllà, que he de quedar-me aquí, en silenci i seguir somiant amb tu, perquè tenir-te només pot ser un desig, no una realitat, no més enllà del que em vas deixar tenir de tu. Meridien

Apagándose

Llegaste a su vida como la luz de una estrella en la oscuridad de una noche de verano, augurando un amor tan deseado, mas todo quedó en una estela de luz, de un tono más bien anaranjado. Ella te amaba en su silencio, aquél que le hiciste prometer, que recalcaste una y otra vez, sentenciando su argumento. Y ella seguía amándote después de cada beso que le negaste, de cada espacio que interpusiste entre ambos, después de cada quizás y de cada vez que le decías que le dabas demasiado. Creías que sería tan fácil tenerla comiendo de tu mano, al igual que hacías con otras y sin embargo, no te diste cuenta de lo que perdías de antemano, cada vez que la evitabas, cada vez que aportabas algunos comentarios, poco a poco se desvanecía, en cada instante que le diste de lado. Te eclipsabas con cualquier otra, pues ella tan sólo era algo cercano, algo que dejaste olvidado, apartado, sólo para un uso determinado, aquél que satisfacía tu ego y te complacía cuando querías, saciando tu cuerpo, llenando

Consumiendo tiempo y espacio

Se consumen los días mientras esperas, sabiendo que irremediablemente esperas en vano, que las ilusiones y expectativas tan sólo quedarán eso, incluyendo un dolor que nunca quisiste sentir, se consumen los días uno a uno y ves que aquello que brillaba con tanta intensidad coge ahora una tonalidad un tanto apagada por el dolor que te está causando. Nunca esperes nada y sin embargo, sigues esperando, sabiendo que nunca llegará y que adicionalmente tendrás disgustos, sin compasión, sin posibilidad de lamentos porque ya te han avisado. Se consumen los días, las horas, los segundos, hasta los espacios, se consumen sentimientos y otros aparecen sin esperarlos. Nunca esperes nada y menos de alguien que jamás esté dispuesto a darlo. Meridien

Noche tibia

Y vuelve a ser de noche, hora de ir a dormir, mi corazón se muestra inquieto y no puede dejar de pensar en ti, la noche es fría, cubierta de un azul que me hace insomne, que marca distancias entre corazones, lejanía de cuerpos que se llaman en silencio, y sí, es de noche, mis brazos se unen acariciando mi piel, búscandote para ellos, suplicando por ti, pero no puede ser, mi cuerpo despierta en deseo, te imagina entrando en él, haciéndolo vibrar, cubriéndolo de amor, pero vuelve a ser de noche, una noche fría, insomne, gélida, donde noto tu ausencia y tan sólo quisiera estar junto a ti, donde el calor que deseo es aquél que mana de tu cuerpo, de tu corazón, de tu piel, de tus entrañas, de todo tú. Es de noche, una noche gélida pero llena de recuerdos, donde mi piel incita a mi memoria a recordar cada placer con el cual llenaste mi cuerpo, recuerdos que la hacen más cálida, llena de suspiros entre esas sábanas que saben de nuestro amor, de nuestro tacto, de nuestra sed mútua, de nuestra

No te castigues

Tú, mi talismán, mi escritor de historias, mi pintor de sueños, aquellos que surgen con la luna llenos de pasión y misterio, aquellos que me dejan cada amanecer para volver a mí cada noche de nuevo. Tú, que me hablas en tus silencios, con tus miradas llenas de amor y tu piel llena de deseo, tú, que te acercas a mí para sentirme y dejarte acariciar por mi cuerpo, sabes que no te puedes resistir a esa parte que me ama en su silencio, que me quiere para sí y me reclama con la inquietud de ver cumplidos sus deseos. Deja por un momento que hable tu corazón y no sólo tu razonamiento, deja respirar a tu amor y no lo ahogues en un eterno silencio, no lo castigues por sus delirios, esos que hablan de nuestro amor en sueños, no lo flagueles por querer estar junto a mí porque yo también quiero amarlo entero. Meridien

Negando

Me negaste una y otra vez tus sonrisas, me negaste tu cariño y compartir cosas de tu vida, te escondías detrás de justificaciones que repetías una y otra vez, quisieras haberme cegado completamente pero eso no pudo ser. Y vi, como a cualquier otra le dabas más de lo que me diste a mí y jugabas con ellas al mismo tiempo que me herías a mí. Y seguías intentando convencerme que no había nada allí, que yo recibía más que nadie y sin embargo, no te importaba verme morir. Me negaste, día a día, rompías el lazo que por algún instante nos unía, porque nunca quisiste implicarte y mantuviste las distancias, distancias bien marcadas entre tú y yo, nunca quisiste que me acercara y menos que llegara a tu corazón, eso se lo permitías a otras con quien jugabas a ser otro a quien no conocí yo. Meridien

Recordando momentos

Que tiernos esos recuerdos donde nos conocimos, donde poco a poco acabaste por conquistarme, donde la seducción, la inocencia y el amor se hicieron inseparables, éramos tan jóvenes, tan enamoradizos que los pequeños detalles eran innatos, nuestras palabras frescas, nuestro amor generoso. No se si algún día volveré a sentir nada igual por nadie y volverá a conquistarme de esa forma tan afable, recordando un nuevo comienzo, datando de nuevas experiencias mi ser, de nuevos recuerdos familiares mi consciencia y haciéndome sentir de nuevo la princesa de los cuentos. Que apasionados momentos compartimos y entre arrebatos de amor nos consumimos, nos hicimos adictos uno al otro, propio de un amor impetuoso y fogoso. Nadie me volvió a tratar así. Meridien

Letras de amor

Llenas están las páginas de mi vida de ti, desde el día que te conocí, desde ese sobresalto que dio mi corazón y ese aliento que se perdió para dejar tras de sí, una huella de amor. Llenas están cada una de mis palabras, de ti, de tu ser, de tu alma, llenas de sentimientos que me hiciste tener, que regalaste a mis sentidos y enmarcaste en bellos recuerdos. Lleno está mi corazón por cada uno de esos besos apasionados, de esas caricias que me hacían vivir y de esa pasión que salió a mi encuentro. Llena está mi mirada, iluminada por el brillo del amor, ese que tú pintaste como pintor de sueños y que ahora clama por ser, un brillo auténtico. Llenos están mis labios de ti, lleno mi cuerpo, aunque no saciado, porque se muere por estar contigo entero, sin distancias, sin alejamientos, porque sólo quiere hacerte sentir, que te ama, que te quiere, que eres, su sueño. Meridien

Escondiste tu amor para mí

Donde escondes ese amor que dices que das, ese del cual presumes y proclamas a viento y marea, yo no lo he sentido para mí tal com lo explicas cuando parloteas. Y dices que eres un encanto, detallista, lleno de halagos, zalamero con quien quieres, y dices que agasajar forma parte de tu ser explicas que tú amas sin temor, sin límites, con pasión, pero yo no le sentido para mí y eso que cerca me tienes, cerca de tu corazón. Donde escondes ese amor que dices que das, a quien se lo obsequias sin desasosiego, por quien late tu corazón, ya sé que conmigo, todo quedó en simple apego. Meridien

Lo que pudo ser

Todo tiene su momento, su tiempo de ser, de estar, de existir, todo tiene su ocasión, su lugar, su oportunidad y hasta su plazo o vencimiento. Las cosas llegan a ti, suceden sin esperarlo o simplemente son fruto de nuestros hechos, las coges o las desechas, las tomas o las apartas, las aceptas o las ignoras, decisiones a veces sin razonamiento, mas las oportunidades no se dan siempre, ni vienen ni van al antojo nuestro, ellas son tan cambiantes que metarfosean como les place. Llegan de repente y pueden alterar tu vida, invertir aquello que seguía un sendero y que ahora permuta para trocar tu vida. Todo tiene su momento, o decides enlazarlo a ti o sencillamente lo dejas partir, es evidente que no volverá al menos con la misma inocencia y si lo dejaste escapar, tan sólo cabe esperar que jamás para ti lo quisieras, porque al pensar en la nada, en lo que pudiste tener y no tuviste, en aquello que jamás te permitiste sentir, ahora, es ese último pensamiento el que deambula por tu alma y tu