Hoy el mundo se paró para mí en ese mismo instante
en el cual besaste mis labios,
cogiste fuertemente mi cuerpo y me acercaste a ti,
por un momento,
el mundo se paró para saborearte,
para saciar mis ansias de amarte
y sentir ese fuego
que acabó fundiendo nuestros cuerpos,
que desnudos se batían entre placeres diversos
y al compás de un único deseo,
ser el uno para el otro.
Hoy sentí que tus besos sabían a algo más
o quizás fuera mi deseo de soñar
y sentir que en ellos había algo
que yo siempre pretendí encontrar.
Hoy el mundo se paró por un instante para mí,
para encantarme con el sabor de tus besos
y recordarme que son ellos los que me gustan saborear,
los que me hacen temblar desde la distancia
y me llenan de suspiros sólo al imaginarlos,
hoy sentí la pausa del tiempo
cuando firmemente me hiciste tuya
y te lanzaste a la conquista de mi cuerpo
y de mis ganas de amarte,
siendo testigos nuestra piel, nuestros ojos,
nuestras miradas y la humedad de nuestras bocas.
en el cual besaste mis labios,
cogiste fuertemente mi cuerpo y me acercaste a ti,
por un momento,
el mundo se paró para saborearte,
para saciar mis ansias de amarte
y sentir ese fuego
que acabó fundiendo nuestros cuerpos,
que desnudos se batían entre placeres diversos
y al compás de un único deseo,
ser el uno para el otro.
Hoy sentí que tus besos sabían a algo más
o quizás fuera mi deseo de soñar
y sentir que en ellos había algo
que yo siempre pretendí encontrar.
Hoy el mundo se paró por un instante para mí,
para encantarme con el sabor de tus besos
y recordarme que son ellos los que me gustan saborear,
los que me hacen temblar desde la distancia
y me llenan de suspiros sólo al imaginarlos,
hoy sentí la pausa del tiempo
cuando firmemente me hiciste tuya
y te lanzaste a la conquista de mi cuerpo
y de mis ganas de amarte,
siendo testigos nuestra piel, nuestros ojos,
nuestras miradas y la humedad de nuestras bocas.
Meridien
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