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Mostrando entradas de abril, 2010

Sólo queda aire entre nosotros

Ya olvidaste que te amo, que cada día a tu lado era como un premio, que los incentivos eran tus besos y caricias y mi salario era parte de tu amor sincero, ahora reniegas de mi presencia y me arrinconas como a un objeto, he quedado relegada a un oscuro rincón, desatendida, ignorada, omitida. Qué cambió tú opinión, que ahora se muestra inmutable, la fugacidad de tu elección, dejó perpleja mi mente, no hay razón aparente y sólo cabe citar la veleidad de tus decisiones. Calvario es el que recorren mis besos, que ahora no encuentran el soporte perfecto, conjoga la que tienen mis ojos por no ser la predilección de los tuyos mientras mis manos acarician sólo aire, alto, precaución, ni siquiera es aire puro. Meridien

Calma, pequeña

Hoy clamas justicia con palabras sordas, hoy imploras dictamen con imparcialidad, hoy buscas la sensatez de los hechos y en la intimidad, tus lágrimas muestran tu decepción. No hubo cariño, ni siquiera amor, no hubo alegrías pero sí dolor. Preguntas si perdiste el apoyo de quien te quería pretendiendo despejar tu mente inquieta, donde los resultados se barajan a su antojo, sin un orden explicito ni un ánimo de ser aquello que se pensaron. No hubo cariño, ni siquiera amor, no hubo alegrías pero sí dolor. Crees que tu brillo se torna opaco entre sus voces, entre sus gestos, en medio de sus actitudes egoístas, y ahora sabes que el valor que emanas solo se vislumbra en las distancias cortas. No hubo cariño, ni siquiera amor, no hubo alegrías pero sí dolor. La adversidad crece a tu alrededor, diluyéndose en tu sangre, corriendo por tus venas, siendo el veneno que te alimenta y te hace seguir adelante, con paso firme, distante. No hubo cariño, ni siquiera amor, no hubo alegrías pero sí