Te beso sin pensar en las consecuencias, te vuelvo a besar, lentamente, suavemente, saboreando la piel de tu cuerpo, es dulce, suave, atrayente, es un manjar exquisito, como tú. Ya no quiero imaginar, quiero sentirte, tenerte entre mis brazos, besarte sin plazos, sin término medio. Y llegó el tiempo de amar, de sentir intensamente con la pasión sin encadenar, liberada por siempre y para siempre. Meriden
las historias, las palabras, los pensamientos, las inquietudes, los sentimientos... muestran nuestra humanidad más allá de lo predecible