Cada familia es un mundo, un mundo lleno de vida, un mundo de alegrías, de risas, de sueños pero también en algunos momentos... de tristeza y melancolía. Un mundo donde hay momentos buenos y otros que no lo son tanto, un mundo lleno de sabores y sinsabores, de palabras y de silencios, un mundo lleno de contrastes, de esos que no te hacen sentir indiferente. La familia crea lazos a tu alrededor para toda la vida, algunos invisibles, otros no tanto, pero todos de una forma u otra nos mantienen aferrados, unidos por la sangre, unidos por el cariño, unidos por la complicidad o simplemente por un destino. Y en la distancia… echas de menos el calor de la familia, los besos, los abrazos, la risas y hasta los pequeños regaños… Que tesoro es tener una familia, para amar y ser amado. Meridien, 2015
las historias, las palabras, los pensamientos, las inquietudes, los sentimientos... muestran nuestra humanidad más allá de lo predecible