No es fácil atender todos tus caprichos con el afán de ser cumplidos y ejecutarlos de una forma precisa satisfaciendo tus antojos y desvaríos. Y aún así, me sumerjo en este avatar de decisiones para complacerte, para satisfacerte y llenarte de gozo y deleites, dejando de lado prioridades con el fin de contentarte. Pero tu mirada sigue esquiva, tus caricias distanciadas, tus besos lejanos, tus palabras desdeñadas. Y aún así, yo sigo aquí, siempre esperanzada. Meridien
las historias, las palabras, los pensamientos, las inquietudes, los sentimientos... muestran nuestra humanidad más allá de lo predecible