Tus besos caminaban sobre mi piel, recorriéndola en todos los sentidos, explorándola una y otra vez, convirtiéndose en sus peregrinos. Suaves pero ardientes, anunciadores del gran amor, pregoneros con su entusiasmo, exquisitos en su condición, así son tus besos de ángel, un ángel anunciador, de momentos inolvidables, colmados de delirio y pasión. Luego llegaron las caricias, culminando en algo más que pretensión, excitando todos los sentidos, complaciendo a cualquier sueño fruto de la imaginación. Esto ya no es un simulacro, más bien es la conquista de un corazón, donde el origen fueron tus besos y el final es un futuro sin condición. Meridien
las historias, las palabras, los pensamientos, las inquietudes, los sentimientos... muestran nuestra humanidad más allá de lo predecible