Fuente de paz, fuente de guerra
fuente de tristeza, fuente de alegría
fuente de añoranza, fuente de cercanía
fuente de soledad, fuente de amistad
fuente de riqueza, fuente de pobreza
fuente de espíritu, fuente de desamparo
fuente de amor, fuente de ternura
fuente de incomprensión, fuente de dulzura
fuente de vida, fuente de muerte
fuente de sabiduría, fuente de desconocimiento
fuente de pulcritud, fuente de ausencia...
Miles de fuentes nos rodean,
nos ofrecen su ente y nosotros decidimos con que apagamos nuestra sed,
esa sed que unas veces nos hace sedientos
y otras más sedientos aún,
inconformistas con lo que recibimos,
insaciables con lo que se nos ofrece.
Como fuente, a veces te secas y otras revives,
a veces tu caño es mayor, otras disminuye a pasos forzados,
pero siempre hay una fuente para apagar nuestra sed.
Quizás no sea la fuente adecuada,
quizás sea la menos indicada
o tal vez no,
y debamos llenarnos de ella.
Nosotros, somos al fin y al cabo quienes elegimos,
quienes buscamos,
y si decidimos quedarnos al lado de una fuente para siempre,
ya sea por temor, ya sea por plenitud,
quizás nos perdamos los otros sabores de la vida.
Fuente que estás en todas partes,
fuente de la vida y de la muerte,
fuente de todo sentimiento,
fuente de todo saber y desconocimiento,
no temas mi sed por tí,
ni yo la temeré por tí,
todo en su justa medida,
tiene un principio y un fin.
fuente de tristeza, fuente de alegría
fuente de añoranza, fuente de cercanía
fuente de soledad, fuente de amistad
fuente de riqueza, fuente de pobreza
fuente de espíritu, fuente de desamparo
fuente de amor, fuente de ternura
fuente de incomprensión, fuente de dulzura
fuente de vida, fuente de muerte
fuente de sabiduría, fuente de desconocimiento
fuente de pulcritud, fuente de ausencia...
Miles de fuentes nos rodean,
nos ofrecen su ente y nosotros decidimos con que apagamos nuestra sed,
esa sed que unas veces nos hace sedientos
y otras más sedientos aún,
inconformistas con lo que recibimos,
insaciables con lo que se nos ofrece.
Como fuente, a veces te secas y otras revives,
a veces tu caño es mayor, otras disminuye a pasos forzados,
pero siempre hay una fuente para apagar nuestra sed.
Quizás no sea la fuente adecuada,
quizás sea la menos indicada
o tal vez no,
y debamos llenarnos de ella.
Nosotros, somos al fin y al cabo quienes elegimos,
quienes buscamos,
y si decidimos quedarnos al lado de una fuente para siempre,
ya sea por temor, ya sea por plenitud,
quizás nos perdamos los otros sabores de la vida.
Fuente que estás en todas partes,
fuente de la vida y de la muerte,
fuente de todo sentimiento,
fuente de todo saber y desconocimiento,
no temas mi sed por tí,
ni yo la temeré por tí,
todo en su justa medida,
tiene un principio y un fin.
Meridien, 2006
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