Morir de amor,
es algo inexplicable,
no se puede describir,
mas sí, sentir.
Es no sentir tus besos o sentirlos demasiado
es no sentir tus abrazos o simplemente, desearlos
es no sentir tu presencia o sentir tu amor entre mis labios
es anhelo amargo, es amor eterno.
Morir de amor,
es saber que estás a mi lado y no te puedo tocar,
es no sentir una caricia,
es ver una mirada de ausencia.
Se puede morir en un instante,
en un segundo o en unos días,
todo depende del daño
que nos acoge y nos prodigan.
Una caricia no dulce,
unas palabras amargas,
un abrazo que se evita
o tan sólo tu esquiva mirada,
un reproche continuo,
una ausencia de palabras,
un comentario indevido
o de nuevo tu esquiva mirada.
Morir de amor,
sentimiento inconcreto que funde el corazón,
a veces de alegría y otras de dolor.
Porque se puede morir de amor,
de tantos besos y caricias,
de ese dulce despertar que acompaña cada día mi vida,
de amistad y cercanía,
de dulzura en la vida,
de ternura en tus palabras,
pero también se puede morir de amor,
por la falta de cariño,
por la falta de atención,
por la falta de un te quiero
o un hasta luego, mi amor.
Y cada día que pasa,
yo siento que muero de amor.
es algo inexplicable,
no se puede describir,
mas sí, sentir.
Es no sentir tus besos o sentirlos demasiado
es no sentir tus abrazos o simplemente, desearlos
es no sentir tu presencia o sentir tu amor entre mis labios
es anhelo amargo, es amor eterno.
Morir de amor,
es saber que estás a mi lado y no te puedo tocar,
es no sentir una caricia,
es ver una mirada de ausencia.
Se puede morir en un instante,
en un segundo o en unos días,
todo depende del daño
que nos acoge y nos prodigan.
Una caricia no dulce,
unas palabras amargas,
un abrazo que se evita
o tan sólo tu esquiva mirada,
un reproche continuo,
una ausencia de palabras,
un comentario indevido
o de nuevo tu esquiva mirada.
Morir de amor,
sentimiento inconcreto que funde el corazón,
a veces de alegría y otras de dolor.
Porque se puede morir de amor,
de tantos besos y caricias,
de ese dulce despertar que acompaña cada día mi vida,
de amistad y cercanía,
de dulzura en la vida,
de ternura en tus palabras,
pero también se puede morir de amor,
por la falta de cariño,
por la falta de atención,
por la falta de un te quiero
o un hasta luego, mi amor.
Y cada día que pasa,
yo siento que muero de amor.
Meridien, 2006
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