La hora de despertar ha llegado,
tus ojos deben abrirse al mundo,
tu corazón debe mostrarse sin reparos.
Es como un amanecer,
miles de personas en todo el mundo lo esperan contemplar,
en su soledad, en compañía,
no los conoces ni te conocen,
pero te acompañarán en este tránsito,
desde la lejanía o la cercanía,
contemplando tu belleza,
sintiendo tu energía con más fuerza que nunca.
Quizás fueran ellos u otros
los que vieron tu ocaso,
pero ahora en este momento
observan el despertar de un nuevo ser.
Muestra sin miedos, sin pereza,
ese calor interior que llevas,
comparte con la vida tu vida,
y con ellos tus cualidades.
Aporta calor a sus vidas,
aporta luz para sus caminos,
dales alegría para sus días tristes
y tu ser llenará sus vacios,
como sus sonrisas te llenarán de felicidad.
Eres parte del universo,
compartes cielo y tierra,
compartes el aire que respiras y el agua que bebes,
compartes tus alimentos, tus penas y tus alegrías,
por eso una vez más,
comparte con ellos tu vida.
tus ojos deben abrirse al mundo,
tu corazón debe mostrarse sin reparos.
Es como un amanecer,
miles de personas en todo el mundo lo esperan contemplar,
en su soledad, en compañía,
no los conoces ni te conocen,
pero te acompañarán en este tránsito,
desde la lejanía o la cercanía,
contemplando tu belleza,
sintiendo tu energía con más fuerza que nunca.
Quizás fueran ellos u otros
los que vieron tu ocaso,
pero ahora en este momento
observan el despertar de un nuevo ser.
Muestra sin miedos, sin pereza,
ese calor interior que llevas,
comparte con la vida tu vida,
y con ellos tus cualidades.
Aporta calor a sus vidas,
aporta luz para sus caminos,
dales alegría para sus días tristes
y tu ser llenará sus vacios,
como sus sonrisas te llenarán de felicidad.
Eres parte del universo,
compartes cielo y tierra,
compartes el aire que respiras y el agua que bebes,
compartes tus alimentos, tus penas y tus alegrías,
por eso una vez más,
comparte con ellos tu vida.
Meridien,2007
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