Ante un día de trabajo,
camina sin miedo, sin temores,
sonríe a todo aquello que te evuelve,
sé creativo y sigue la rima del día.
Habla y escucha,
dí y responde,
alimentaté con la esencia de la sabiduría,
no te preocupes demasiado por todo,
pues todo no es imprescindible.
Pon de tu mano la iniciativa,
pon de tu corazón la comprensión,
pon en tu mente la tenacidad
y en tus manos la ocasión.
El tiempo es tuyo,
el trabajo permanece ahí,
tú decides la preferencia,
tú decides que es importante para tí.
Los caminos pueden ser dudosos,
quizás no sepamos elegir,
pero nuestra elección nunca es en vano,
porque algún trabajo llega a su fín.
Donde conocemos los nervios,
los temores y la prisa del tiempo,
donde unas puertas se abren
y otras se cierran por momentos,
allí es donde florece la fortaleza de nuestro inconsciente.
Trabaja alegremente,
sé consecuente con lo que acontece,
tienes mucho que hacer,
tienes mucho que decir,
las ideas y propuestas, salen de un corazón feliz.
camina sin miedo, sin temores,
sonríe a todo aquello que te evuelve,
sé creativo y sigue la rima del día.
Habla y escucha,
dí y responde,
alimentaté con la esencia de la sabiduría,
no te preocupes demasiado por todo,
pues todo no es imprescindible.
Pon de tu mano la iniciativa,
pon de tu corazón la comprensión,
pon en tu mente la tenacidad
y en tus manos la ocasión.
El tiempo es tuyo,
el trabajo permanece ahí,
tú decides la preferencia,
tú decides que es importante para tí.
Los caminos pueden ser dudosos,
quizás no sepamos elegir,
pero nuestra elección nunca es en vano,
porque algún trabajo llega a su fín.
Donde conocemos los nervios,
los temores y la prisa del tiempo,
donde unas puertas se abren
y otras se cierran por momentos,
allí es donde florece la fortaleza de nuestro inconsciente.
Trabaja alegremente,
sé consecuente con lo que acontece,
tienes mucho que hacer,
tienes mucho que decir,
las ideas y propuestas, salen de un corazón feliz.
Meridien, 2007
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