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Duele amar

Duele amar cuando no puedes entregarte,
cuando alguien no te corresponde,
cuando las palabras se ahogan en tu pecho,
cuando sientes que siempre pierdes,
cuando te hieren repetidamente,
cuando extrañas a los que quieres.
Y en tu interior sientes que duele amar,
que los sueños no siempre se realizan,
que las ilusiones se vuelven cada vez más débiles.
No es fácil amar tanto,
no lo es,
entonces comprendes el valor de amar.
Y aún después de sentir esa tribulación que llena cada poro de tu cuerpo,
lo prefieres, lo quieres, lo deseas, lo ansias, lo anhelas, lo pretendes
y en tu atrevimiento a seguir amando,
sientes que ese dolor jamás ha sido en vano,
que las cicatrices que en tu corazón ha dejado,
son huellas especiales en las etapas de tu existencia.
Los sucesos y acontecimientos marcados por ese espacio,
libran continua lucha entre el amor y el desamor,
entre el querer y no poder,
entre el dar y apenas recibir,
por ello, amar duele tanto.
Duele amar cuando tu mirada no es para mí,
cuando tus palabras son tu indiferencia,
cuando en tu vida no quieres mi presencia
y aún así, yo sigo amándote,
sintiendo ese calor humano que late en mi interior,
ese sentimiento hacia tu persona,
olvidando mi lamento y sucumbiendo al amor,
y aún así, duele tanto amar.

Meridien, 2007


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