Y la noche se hizo día
y todo volvió a ser casi igual,
tu indiferencia, tu esquiva mirada,
tu implacable silencio,
pero hoy duele más y más.
La angustia y el desasosiego no me dejan pensar,
ellos crecen rápidamente
y a mi corazón no le dejan hablar,
aprisionan mi pecho, fatigan mi cuerpo.
Tú, indiferente a mí,
sin notar mi sufrimiento,
mi padecer,
tú, en tu mundo,
te haces ciego, sordo y mudo.
Indiferencia,
veneno sin igual,
te mata lentamente,
sus huellas apenas puedes apreciar,
se disimulan con otros sentimientos,
se disfrazan en su soledad.
Ya no puedo más,
mi corazón no soporta tanto,
irremediablemente no volverá a ser igual,
en esta profunda indiferencia,
ignorante de la verdad,
un día dejará de palpitar.
Indiferencia, me siento nadie.
y todo volvió a ser casi igual,
tu indiferencia, tu esquiva mirada,
tu implacable silencio,
pero hoy duele más y más.
La angustia y el desasosiego no me dejan pensar,
ellos crecen rápidamente
y a mi corazón no le dejan hablar,
aprisionan mi pecho, fatigan mi cuerpo.
Tú, indiferente a mí,
sin notar mi sufrimiento,
mi padecer,
tú, en tu mundo,
te haces ciego, sordo y mudo.
Indiferencia,
veneno sin igual,
te mata lentamente,
sus huellas apenas puedes apreciar,
se disimulan con otros sentimientos,
se disfrazan en su soledad.
Ya no puedo más,
mi corazón no soporta tanto,
irremediablemente no volverá a ser igual,
en esta profunda indiferencia,
ignorante de la verdad,
un día dejará de palpitar.
Indiferencia, me siento nadie.
Meriden, 2007
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