Al atardecer se cumplió mi deseo,
volví a ver tu dulce mirada,
sentí de nuevo el latir de tu corazón,
te tuve entre mis brazos,
me llenaste de felicidad.
Te miré una y otra vez,
te besé sin cesar, repetidamente,
de verdad, no quería parar,
te abracé, te volví a abrazar,
sentí que te tenía cerca,
de nuevo en tu hogar.
Y mientras me cuentas tus historias,
no puedo dejar de mirarte, de observarte,
sin más, de quererte.
Te siento distinta, más grande, mayor,
como si me hubiera perdido algo en estos días de distancia,
pero estoy feliz de tenerte de nuevo,
aquí, ahora, entre mis brazos,
has madurado con la experiencia,
has crecido en la distancia,
mientras mi anhelo se ha llenado de esperanza,
deseo cumplido.
volví a ver tu dulce mirada,
sentí de nuevo el latir de tu corazón,
te tuve entre mis brazos,
me llenaste de felicidad.
Te miré una y otra vez,
te besé sin cesar, repetidamente,
de verdad, no quería parar,
te abracé, te volví a abrazar,
sentí que te tenía cerca,
de nuevo en tu hogar.
Y mientras me cuentas tus historias,
no puedo dejar de mirarte, de observarte,
sin más, de quererte.
Te siento distinta, más grande, mayor,
como si me hubiera perdido algo en estos días de distancia,
pero estoy feliz de tenerte de nuevo,
aquí, ahora, entre mis brazos,
has madurado con la experiencia,
has crecido en la distancia,
mientras mi anhelo se ha llenado de esperanza,
deseo cumplido.
Meridien, 2007
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