A unos pasos de distancia,
tu mirada en mi mirada,
tímida, esperanzada,
un tanto inquieta,
tu corazón agitado,
impaciente por estar a mi lado
y entre nostros,
un horizonte de silencios.
Intentas esquivar ese impulso,
que de nuevo te vuelve hacia mí,
tú, inseguro, asustadizo,
yo, serena y apacible,
no obstante la distancia sigue marcando fronteras,
tú allá, yo aquí,
y entre nostros aire y carretera.
Oigo el susurro de tus deseos,
veo la expectativa de tu tierna mirada,
observo la inquietud que te invade
y el amor que te embriaga,
me conmueves, no sé si lo sabes,
pero me conmueves.
Siento al niño dentro del cuerpo del hombre,
el amor floreciendo en tus entrañas,
el deseo que crece,
con la venia,
no puedo corresponderte.
Y me remuerde en mis adentros,
no poderte dar la felicidad que anhelas,
pero yo no soy buena para nadie,
mas bien soy inconveniente,
no te crees falsas esperanzas,
sé consecuente y busca quien te llene de calor.
No quiero herir tu corazón,
no quiero que te lamentes,
no quiero perderte por ser yo, ni por ser tú,
sin porqués,
tan solo deseo nuestra paz y calma.
tu mirada en mi mirada,
tímida, esperanzada,
un tanto inquieta,
tu corazón agitado,
impaciente por estar a mi lado
y entre nostros,
un horizonte de silencios.
Intentas esquivar ese impulso,
que de nuevo te vuelve hacia mí,
tú, inseguro, asustadizo,
yo, serena y apacible,
no obstante la distancia sigue marcando fronteras,
tú allá, yo aquí,
y entre nostros aire y carretera.
Oigo el susurro de tus deseos,
veo la expectativa de tu tierna mirada,
observo la inquietud que te invade
y el amor que te embriaga,
me conmueves, no sé si lo sabes,
pero me conmueves.
Siento al niño dentro del cuerpo del hombre,
el amor floreciendo en tus entrañas,
el deseo que crece,
con la venia,
no puedo corresponderte.
Y me remuerde en mis adentros,
no poderte dar la felicidad que anhelas,
pero yo no soy buena para nadie,
mas bien soy inconveniente,
no te crees falsas esperanzas,
sé consecuente y busca quien te llene de calor.
No quiero herir tu corazón,
no quiero que te lamentes,
no quiero perderte por ser yo, ni por ser tú,
sin porqués,
tan solo deseo nuestra paz y calma.
Meridien, 2007
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