Ir al contenido principal

No dejaré de ser yo

El odio y el rencor de tus palabras hieren en lo más profundo,
y aún así, no puedo negarte,
no puedo vedar que no exististe,
que por mi vida no cruzaste, no,
no puedo negar que creí, creo y creeré en la amistad,
aunque haya personas que desconozcan el sentido.

Quien eres tú para lastimarme en mi camino, hablar por mi boca,
para vomitar tu odio sobre alguien
que te quiso en la amistad que nos unió,
cuan sabio eres que conseguiste cambiar en mí,
todo lo bueno por lo no tan bueno,
pasar de sonrisas y risas,
a llantos y temores en la inquietud de mi persona.

No puedo negarme a sentir lo que siento,
pero puedo intentar olvidarlo en el tiempo,
dejar a un lado todo aquello que me hirió,
olvidar todo lo que sucedió.

No puedo negarme a vivir cada día,
a experimentar amor, a padecer dolor,
es parte de la vida,
no puedo negarme a sentir ese vaivén de emociones,
abrir mi corazón y lamentar que de nuevo lo hieren.

No puedo dejar de escuchar el pulso de la tristeza,
pero tampoco el de la alegría,
así que lucho cada día,
me ilusiono y dejo que mi alma y mi corazón,
sean los jueces de cada ocasión.

No puedo dejar de ver estrellas en el firmamento,
sueños entre las nubes,
amor que mece el aire que me envuelve.

Sé que vuelvo a estar en el límite,
aquél que no deseo conocer,
doloroso, injusto,
aquel que me niega todos los permisos que me concedí,
precisamente, ya no puedo dejar que me hagas más daño.

Meridien, 2007

Comentarios

Entradas populares de este blog

Amigo mío. (Antoine De Saint-Exupéry)

Amigo mío, tengo tanta necesidad de tu amistad. Tengo sed de un compañero que respete en mí, por encima de los litigios de la razón, el peregrino de aquel fuego. A veces tengo necesidad de gustar por adelantado el calor prometido, y descansar, más allá de mí mismo, en esa cita que será la nuestra. Hallo la paz. Más allá de mis palabras torpes, más allá de los razonamientos que me pueden engañar, tú consideras en mí, simplemente al Hombre, tú honras en mí al embajador de creencias, de costumbres, de amores particulares. Si difiero de ti, lejos de menoscabarte te engrandezco. Me interrogas como se interroga al viajero, Yo, que como todos, experimento la necesidad de ser reconocido, me siento puro en ti y voy hacia ti. Tengo necesidad de ir allí donde soy puro. Jamás han sido mis fórmulas ni mis andanzas las que te informaron acerca de lo que soy, sino que la aceptación de quien soy te ha hecho necesariamente indulgente para con esas andanzas y esas fórmulas. Te estoy agradecido porque me...

De casualidad

Te encontré de casualidad entre palabras y silencios, descubrí una nueva forma de sentir teñida de azul intenso. Y desde lejos, te admiraba y de cerca, te sentía, y más allá de un buen momento, lo nuestro duró toda una vida. Me niego a sentir que te pierdo, me niego a pensar que te alejas, y aunque el tiempo marque distancias, el amor siempre nos acerca. Tu mirada y tu sonrisa, siempre cálidas y atentas, llenan de paz y sosiego, mi alma y mi rostro. Somos parte de miradas, algunas cercanas y otras ajenas, siempre distantes de nuestra historia mas atentos a nuestras elecciones. Y de la casualidad de un día, y de ese inesperado momento, se ha creado una relación intensa, dulce, cálida y a la vez hermosa. Pues de las palabras y silencios nacen bonitas historias, te encontré de casualidad y ahora la casualidad, es, historia. Meridien, 2006

Si te caes...

Si te caes, aprende a levantarte, no dudes en alzar la cabeza, mirar hacia el cielo y recuperar las fuerzas, respirar profundo, coger impulso, sentir que la vida te ofrece más que su esencia, una nueva oportunidad. Pierde tus miedos, perdona tus errores, no somos inmunes a lo externo, ni siquiera a nosotros mismos. Hay muchas formas de caer, de tristeza, de golpes, de dudas, de crueldad, de falsedad… Pero también hay miles de formas de levantarse, con sueños, con motivación, con corazón y alegría, con manos amigas… No dudes de tu fortaleza, aunque a veces olvides que la llevas contigo, en tu interior, porque en el fondo, siempre está ahí. Búscala, llámala con todas tus fuerzas para que salga, alienta a tu corazón a reclamarla, dile a tus pies, a tu manos, a tu cuerpo, que se revelen contra la gravedad, no te dejes caer de nuevo. Como capitán de tu vida, siente el orgullo de haber ganado batallas que alguna...