Ser mujer

Nací ser humano,
y mi cuerpo de niña se formó en lo femenino,
crecí sometida,
con tabúes prescritos por la sociedad existente.
Me convertí en una madre trabajadora,
convencida de su realidad,
asumiendo ser madre, ser esposa
y compañera en la vida,
incorporándome al mundo laboral,
estereotipo de mujer decidida.
Asumiendo ser mujer,
intentando ser perfecta aún cuando la perfección es inexistente.
Mas todo se llenó de obstáculos y ahora,
más convencida que nunca,
proclamo que todos somos seres humanos,
con derecho a vivir, a disfrutar,
a recibir, a dar, a tener autonomía
e independencia sin igual,
simplemente,
no quiero ser discriminada por ser mujer.
Conozco mis limitaciones,
pero también mis fortalezas,
sé de mi debilidad,
pero también de mi energía,
de mi brío y de mi coraje ante cualquier situación de la vida.
Sé, ser el hombro que acoge tus llantos,
las manos que dan calma a tu nerviosismo,
sé, ser el beso que cura tus heridas
y el intenso amor que demandas.
Yo, mujer,
comprometida con la vida,
con la familia,
con mi hogar,
con el trabajo,
conmigo misma,
siempre mujer hasta el final.

Meridien, 2007