El amanecer hace acto de presencia,
sus primeros rayos de luz despuntan entre las nubes,
lentamente se abren paso, sigilosos pero efectivos.
Y a través de la ventana miras el día que comienza,
inspiras, expiras
y te haces mil y una propuestas,
hoy haré, hoy iré, hoy...
el día se convierte en un proyecto.
Incertezas embargan nuestros pensamientos,
mas inspiras, vuelves a expirar
y procedes a actuar de un forma racional,
resultado de una noble educación.
El día se convierte en hechos
y con cada paso se crea un pasado,
un presente y un futuro,
el tiempo es parte de ti y tú de él.
Ahora tu mirada se decanta hacia otro ángulo,
sobre tu mesa un bote vacío,
transparente, nítido, cristalino,
te fijas en él y tu pensamiento se traslada.
Imaginas tus sueños en él,
secretos latentes en el infinito,
transparentes y visibles para quien quiere ver,
un simple bote vacío para los demás.
El aire se aromatiza de sueños,
de jovialidad y convicción,
el bote está descubierto,
no posee ninguna tapa,
sin embargo algunos sueños siguen allí,
no han huído, no se han esfumado,
permanecen esperando a ser alcanzados.
Inspiras,
expiras,
alargas tu mano
y decides coger un sueño,
sólo uno,
decides vivir en firme sin olvidar que tus sueños
están al alcance de tus manos.
sus primeros rayos de luz despuntan entre las nubes,
lentamente se abren paso, sigilosos pero efectivos.
Y a través de la ventana miras el día que comienza,
inspiras, expiras
y te haces mil y una propuestas,
hoy haré, hoy iré, hoy...
el día se convierte en un proyecto.
Incertezas embargan nuestros pensamientos,
mas inspiras, vuelves a expirar
y procedes a actuar de un forma racional,
resultado de una noble educación.
El día se convierte en hechos
y con cada paso se crea un pasado,
un presente y un futuro,
el tiempo es parte de ti y tú de él.
Ahora tu mirada se decanta hacia otro ángulo,
sobre tu mesa un bote vacío,
transparente, nítido, cristalino,
te fijas en él y tu pensamiento se traslada.
Imaginas tus sueños en él,
secretos latentes en el infinito,
transparentes y visibles para quien quiere ver,
un simple bote vacío para los demás.
El aire se aromatiza de sueños,
de jovialidad y convicción,
el bote está descubierto,
no posee ninguna tapa,
sin embargo algunos sueños siguen allí,
no han huído, no se han esfumado,
permanecen esperando a ser alcanzados.
Inspiras,
expiras,
alargas tu mano
y decides coger un sueño,
sólo uno,
decides vivir en firme sin olvidar que tus sueños
están al alcance de tus manos.
Meridien, 2007
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