Cuando escribes una carta
y no recibes contestación,
sientes que no te escuchan,
que quizás no merezcas su atención.
Tu pones en ella palabras,
palabras que salen del corazón,
cada mensaje es distinto,
especial para una ocasión,
desde saludos a despedidas,
desde sueños, a parte de tu vida,
en ella dejas parte de tu esencia,
a sabiendas que a veces no volverá a ti,
que se perderá en el camino,
o silenciada por quien la recibió,
mas tu sueño siempre es el mismo,
recibir una cálida contestación.
No importa porque no vuelven a ti,
porque nada depende de ti,
quizás el tiempo y la frialdad
hagan mella en tu corazón
y dejes de escribir cartas
que jamás reciben contestación.
y no recibes contestación,
sientes que no te escuchan,
que quizás no merezcas su atención.
Tu pones en ella palabras,
palabras que salen del corazón,
cada mensaje es distinto,
especial para una ocasión,
desde saludos a despedidas,
desde sueños, a parte de tu vida,
en ella dejas parte de tu esencia,
a sabiendas que a veces no volverá a ti,
que se perderá en el camino,
o silenciada por quien la recibió,
mas tu sueño siempre es el mismo,
recibir una cálida contestación.
No importa porque no vuelven a ti,
porque nada depende de ti,
quizás el tiempo y la frialdad
hagan mella en tu corazón
y dejes de escribir cartas
que jamás reciben contestación.
Meridien, 2007
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