Se que tu silencio es tu incomodidad,
tu pensamiento de tu verdad, pero no de la mía,
desconoces realmente el sentido de mis acciones,
de mis palabras y descripciones,
sabes y ves desde tu perspectiva,
desde tu mirada, desde tu experiencia, mas no de la mía.
Se que tienes miedo de lo que sientes,
porque a veces no tiene explicación,
crees desde tu mente, le das a cada cosa tu propia explicación,
pero no todo es lo que parece
y lo que parece no lo es todo,
no pretendas comprender lo que no ves en su totalidad,
entiende aquella parte que disfrutas, que tienes a tu alcance,
que se muestra ante ti sin reparos,
no te dejes llevar por la ofuscación de otros
y la comprensión de aquellos que no vivieron lo que tu estás viviendo.
No siempre es fácil vivir con la certeza de que te estás equivocando,
que en un momento u otro has errado,
no es fácil saber que tus palabras y acciones afectan a otros corazones,
que a veces les concedes luz y otras oscuridad,
queriendo o no queriendo, esta es parte de la realidad.
Noto cuando tu silencio proviene del miedo a no comprender
o simplente a una comprensión mal entendida,
esa que causa en ti una incomodidad desmedida,
apagando tu voz, silenciando tu persona.
Luego me pregunto a mí misma si fui causa de ello,
de ese malestar que inunda cada parte de tus pensamientos,
de esa incomodidad que te provoca ese silencio,
ese silencio que hiere sin saberlo mi alma, mi corazón inquieto.
Y yo misma me causo mis propias heridas,
al intentar comprender aquello que desconozco,
aquello que creo que sientes o te preocupa,
igual que la naturaleza de tus pensamientos,
no sé de tus preocupaciones o alegrías,
sólo sé de aquello que veo y que siento al estar cerca tuyo,
al oirte e intentar deducirte,
al comprender desde mi propia comprensión y experiencia,
desde mis certezas que no son las tuyas.
Nos equivocamos cuando creemos que podemos comprenderlo todo,
cuando creemos que nuestra verdad debe ser cierta,
no entendiendo que la vida y sus circunstancias son muy complejas,
que en su complejidad sólo puede haber luz
para aquellos que entiendan que ver un solo sentido es una equivocación inmensa,
mas ver que pueden ser muchos
también nos lleva a una completa incerteza,
otra equivocación que no se contempla.
Para comprender a otros hay que comprenderse a uno mismo,
para comprender la vida hay que darle oportunidades de que se explique
y abrir mente y corazón
para asumir que hay más de lo que podamos ver y sentir,
que siempre podemos aprender,
que siempre podemos llegar a comprender y entender,
pero para ello hay que escuchar y ver sin fronteras, sin negación.
tu pensamiento de tu verdad, pero no de la mía,
desconoces realmente el sentido de mis acciones,
de mis palabras y descripciones,
sabes y ves desde tu perspectiva,
desde tu mirada, desde tu experiencia, mas no de la mía.
Se que tienes miedo de lo que sientes,
porque a veces no tiene explicación,
crees desde tu mente, le das a cada cosa tu propia explicación,
pero no todo es lo que parece
y lo que parece no lo es todo,
no pretendas comprender lo que no ves en su totalidad,
entiende aquella parte que disfrutas, que tienes a tu alcance,
que se muestra ante ti sin reparos,
no te dejes llevar por la ofuscación de otros
y la comprensión de aquellos que no vivieron lo que tu estás viviendo.
No siempre es fácil vivir con la certeza de que te estás equivocando,
que en un momento u otro has errado,
no es fácil saber que tus palabras y acciones afectan a otros corazones,
que a veces les concedes luz y otras oscuridad,
queriendo o no queriendo, esta es parte de la realidad.
Noto cuando tu silencio proviene del miedo a no comprender
o simplente a una comprensión mal entendida,
esa que causa en ti una incomodidad desmedida,
apagando tu voz, silenciando tu persona.
Luego me pregunto a mí misma si fui causa de ello,
de ese malestar que inunda cada parte de tus pensamientos,
de esa incomodidad que te provoca ese silencio,
ese silencio que hiere sin saberlo mi alma, mi corazón inquieto.
Y yo misma me causo mis propias heridas,
al intentar comprender aquello que desconozco,
aquello que creo que sientes o te preocupa,
igual que la naturaleza de tus pensamientos,
no sé de tus preocupaciones o alegrías,
sólo sé de aquello que veo y que siento al estar cerca tuyo,
al oirte e intentar deducirte,
al comprender desde mi propia comprensión y experiencia,
desde mis certezas que no son las tuyas.
Nos equivocamos cuando creemos que podemos comprenderlo todo,
cuando creemos que nuestra verdad debe ser cierta,
no entendiendo que la vida y sus circunstancias son muy complejas,
que en su complejidad sólo puede haber luz
para aquellos que entiendan que ver un solo sentido es una equivocación inmensa,
mas ver que pueden ser muchos
también nos lleva a una completa incerteza,
otra equivocación que no se contempla.
Para comprender a otros hay que comprenderse a uno mismo,
para comprender la vida hay que darle oportunidades de que se explique
y abrir mente y corazón
para asumir que hay más de lo que podamos ver y sentir,
que siempre podemos aprender,
que siempre podemos llegar a comprender y entender,
pero para ello hay que escuchar y ver sin fronteras, sin negación.
Meridien, 2007
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