Sólo un cuerpo

Sólo viste un cuerpo,
unas curvas, unos ojos,
unos labios, el deseo.
Quisiste lo que otros querían,
sin ver más adentro,
sin conocer a quien llevaba
el cuerpo que deseabas.
Era más fácil mirar lo evidente
que intuir lo que es realmente,
era más fácil desear
que intentar amar de verdad.
Creías que con tus halagos
y tus bonitas palabras,
podías conquistarme, ganar tu jugada.
Pero estabas equivocado,
no me interesa lo superfluo,
no me interesa quien no sabe ver más adentro.
No ves que con tus palabras no me dices nada,
nada interesante, nada que me sorprenda,
tán fácil es decir cumplidos
que con el tiempo se desvanezcan,
o desear simplemente un cuerpo
que seguramente con el paso del tiempo cambie
y ya no sea el que era.
Sólo tenías que ver la totalidad de mi persona,
mis ojos, mis labios,
mi mirada, mi corazón,
mi ternura, mis actuaciones,
sólo te pedía que vieras más allá de lo evidente,
más allá de lo que se muestra sin reparos,
porque más allá está quien será siempre
y tú tan sólo ves ahora un cuerpo presente,
el cuerpo de tus deseos,
mas no la persona que te quiere.
Sólo viste un cuerpo,
no a quien lo posee.

Meridien, 2007