Extraño día el acontecido,
plagado de acciones sin un determinado sentido,
amanecer sonriendo a la vida,
alegría que se refleja en cada poro de tu piel,
canto a la vida,
a tus sueños,
a todo aquello que te rodea.
De repente, tristeza,
lágrimas derramadas al compás de la lluvia,
inundando tu corazón,
emergiendo sentimientos sin saber de su origen
ni tampoco de su destino,
incontrolables, insaciables.
No sabes la explicación,
aunque la presientes,
y quieres evadirte de todo, pero no puedes,
mas alguien ve tu tristeza
y decide entresacarte de sus redes,
le conmueves,
te da su mano,
te conduce al exterior
donde tus lágrimas se mezclan con las del cielo,
resultando pequeñas, mínimas, imperceptibles,
paséais bajo el manto de estrellas,
bajo la luna plateada,
respirando aire de sierra,
desvaneciéndose esa repentina tristeza.
Extraño día el acontecido,
nunca sabes lo que te espera.
plagado de acciones sin un determinado sentido,
amanecer sonriendo a la vida,
alegría que se refleja en cada poro de tu piel,
canto a la vida,
a tus sueños,
a todo aquello que te rodea.
De repente, tristeza,
lágrimas derramadas al compás de la lluvia,
inundando tu corazón,
emergiendo sentimientos sin saber de su origen
ni tampoco de su destino,
incontrolables, insaciables.
No sabes la explicación,
aunque la presientes,
y quieres evadirte de todo, pero no puedes,
mas alguien ve tu tristeza
y decide entresacarte de sus redes,
le conmueves,
te da su mano,
te conduce al exterior
donde tus lágrimas se mezclan con las del cielo,
resultando pequeñas, mínimas, imperceptibles,
paséais bajo el manto de estrellas,
bajo la luna plateada,
respirando aire de sierra,
desvaneciéndose esa repentina tristeza.
Extraño día el acontecido,
nunca sabes lo que te espera.
Meridien, 2007
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