Cada vez que tus palabras me envuelven entre tus brazos,
que tus sonrisas iluminan mi dia un tanto apagado,
llenando mi alma de sueños inesperados,
de besos que desde la distancia cautivan mi corazón,
sacando a florecer esa sonrisa sincera de niña
que guardaba con tanto recelo,
es cuando reconozco mi propia capacidad de soñar,
imaginando tu cuerpo contra mi cuerpo,
ese dulce, tierno y cálido roce entre ellos,
soñando con el cielo de tu boca,
imaginando el sabor de tus húmedos besos,
el tacto de tus suaves caricias,
el regalo de las yemas de tus dedos
recorriendo el mapa de mi cuerpo,
soñando con tus miradas profundas
esas por las que suspiran mis pupilas,
soñando con tu aliento llenando poco a poco mis adentros,
saciando mi cuerpo de vida,
incitando el despertar del deseo.
Porque tus besos no tienen precio,
porque tus besos son ese regalo perfecto,
a cualquier hora, en cualquier momento,
porque en tus besos no hay prisa, no hay urgencia,
porque entre ellos me pierdo,
me dejo llevar por su calidez,
por su ternura, por su acierto,
convirtiendo mi boca en cómplice de la tuya,
siendo pasión, compartiendo amor,
llenándonos de deseo.
Me haces soñar...
y sueño.
que tus sonrisas iluminan mi dia un tanto apagado,
llenando mi alma de sueños inesperados,
de besos que desde la distancia cautivan mi corazón,
sacando a florecer esa sonrisa sincera de niña
que guardaba con tanto recelo,
es cuando reconozco mi propia capacidad de soñar,
imaginando tu cuerpo contra mi cuerpo,
ese dulce, tierno y cálido roce entre ellos,
soñando con el cielo de tu boca,
imaginando el sabor de tus húmedos besos,
el tacto de tus suaves caricias,
el regalo de las yemas de tus dedos
recorriendo el mapa de mi cuerpo,
soñando con tus miradas profundas
esas por las que suspiran mis pupilas,
soñando con tu aliento llenando poco a poco mis adentros,
saciando mi cuerpo de vida,
incitando el despertar del deseo.
Porque tus besos no tienen precio,
porque tus besos son ese regalo perfecto,
a cualquier hora, en cualquier momento,
porque en tus besos no hay prisa, no hay urgencia,
porque entre ellos me pierdo,
me dejo llevar por su calidez,
por su ternura, por su acierto,
convirtiendo mi boca en cómplice de la tuya,
siendo pasión, compartiendo amor,
llenándonos de deseo.
Me haces soñar...
y sueño.
Meridien, 2007
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