Cuando las palabras se quedan sin voz aparente
y se creen mudas en este mundo de sonidos,
impotentes por no poder alzar su voz, su habla
y clamar lo que llevan en su interior,
cuando las palabras creen que empequeñecen
en este apartado sin encuentros,
cuando ellas mismas se enmudecen
creyéndose indignas de unos oidos,
es, cuando una pequeña lágrima
les recuerda que están ahí,
que son más que letras unidas,
que son... palabras,
que son emociones entre letras,
que provocan sentimientos,
que deducen miles de alientos
y descubren sonidos muy intensos,
provocan sonrisas humildes, misteriosas,
cómplices, orgullosas,
tímidas, recelosas...
y miradas llenas de destellos
que iluminan o oscurecen el mundo entero.
Son palabras...son encuentros.
y se creen mudas en este mundo de sonidos,
impotentes por no poder alzar su voz, su habla
y clamar lo que llevan en su interior,
cuando las palabras creen que empequeñecen
en este apartado sin encuentros,
cuando ellas mismas se enmudecen
creyéndose indignas de unos oidos,
es, cuando una pequeña lágrima
les recuerda que están ahí,
que son más que letras unidas,
que son... palabras,
que son emociones entre letras,
que provocan sentimientos,
que deducen miles de alientos
y descubren sonidos muy intensos,
provocan sonrisas humildes, misteriosas,
cómplices, orgullosas,
tímidas, recelosas...
y miradas llenas de destellos
que iluminan o oscurecen el mundo entero.
Son palabras...son encuentros.
Meridien, 2007
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