Dame tu mano, coge la mía,
dame tu boca, besa la mía,
acaricia mi rostro,
lentamente,
sin prisas,
el tiempo es nuestro,
el deseo nuestro guía.
Deja que mi lengua seduzca a tu cuello,
que mis labios te susurren
el fuego que llevo por dentro,
y a lo largo de tu cuerpo se paseen mis dedos,
acariciando cada parte de tu piel,
subiendo y bajando,
apretando,
resbalando,
siendo soplo ,
siendo satisfación,
siendo nutrientes de placer,
deja que ellos recorran sin miedo el mapa de tu cuerpo,
que descubran y sean generosos,
deja que compartan su experiencia,
deja que sean ellos mismos.
Dame tu mano,
entrelacemos nuestros dedos,
unamos nuestros cuerpos,
llenémonos de este amor intenso,
fundamos nuestras bocas
en un largo e interminable beso,
comparte tu sabor,
tu humedad con la mía,
tu fuerza arrolladora,
sé el amor que jamás se olvida.
Dame tu mano, coge la mía,
no me dejes escapar
o será para toda la vida.
dame tu boca, besa la mía,
acaricia mi rostro,
lentamente,
sin prisas,
el tiempo es nuestro,
el deseo nuestro guía.
Deja que mi lengua seduzca a tu cuello,
que mis labios te susurren
el fuego que llevo por dentro,
y a lo largo de tu cuerpo se paseen mis dedos,
acariciando cada parte de tu piel,
subiendo y bajando,
apretando,
resbalando,
siendo soplo ,
siendo satisfación,
siendo nutrientes de placer,
deja que ellos recorran sin miedo el mapa de tu cuerpo,
que descubran y sean generosos,
deja que compartan su experiencia,
deja que sean ellos mismos.
Dame tu mano,
entrelacemos nuestros dedos,
unamos nuestros cuerpos,
llenémonos de este amor intenso,
fundamos nuestras bocas
en un largo e interminable beso,
comparte tu sabor,
tu humedad con la mía,
tu fuerza arrolladora,
sé el amor que jamás se olvida.
Dame tu mano, coge la mía,
no me dejes escapar
o será para toda la vida.
Meridien, 2007
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