Porque no puedo tenerte a mi lado,
porque tus ojos no son para mí,
ni tan sólo esas dulces palabras que salen de tu boca
y nacen en tu corazón.
Porque no puedo vivir las noches a tu lado
y los días son tan sólo estelas de luz,
porque no puedo abrazarte y sentir ese calor humano,
porque no puedo ser parte de ti.
Tengo que asumir que estás tan lejos
que no te puedo alcanzar,
ni tendiendo mis manos,
ni deseando llegar.
Tengo que pensar que el destino
quiso esto para mí,
quizás lo odie toda la vida por ello,
o simplemente el tiempo borre este sentir.
Porque no puedo besarte, ni abrazarte,
ni quererte como quisiera,
ni amarte como deseara,
tan sólo eres luz en mi mirada.
Porque aunque te recuerdo dentro de mí, no te tengo,
porque enloquezco cada vez que en ti pienso,
en tu aroma de pasión,
en tu sabor a amor.
Y sin razón o con razón,
yo me muero por tu amor,
porque no puedo tenerte,
porque eres mi pecado de amor.
porque tus ojos no son para mí,
ni tan sólo esas dulces palabras que salen de tu boca
y nacen en tu corazón.
Porque no puedo vivir las noches a tu lado
y los días son tan sólo estelas de luz,
porque no puedo abrazarte y sentir ese calor humano,
porque no puedo ser parte de ti.
Tengo que asumir que estás tan lejos
que no te puedo alcanzar,
ni tendiendo mis manos,
ni deseando llegar.
Tengo que pensar que el destino
quiso esto para mí,
quizás lo odie toda la vida por ello,
o simplemente el tiempo borre este sentir.
Porque no puedo besarte, ni abrazarte,
ni quererte como quisiera,
ni amarte como deseara,
tan sólo eres luz en mi mirada.
Porque aunque te recuerdo dentro de mí, no te tengo,
porque enloquezco cada vez que en ti pienso,
en tu aroma de pasión,
en tu sabor a amor.
Y sin razón o con razón,
yo me muero por tu amor,
porque no puedo tenerte,
porque eres mi pecado de amor.
Meridien, 2007
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