Tú y yo, yo y tú,
tiempo para nosotros,
tiempo que pasa como un sueño,
tú y yo, yo y tú,
compartiendo más que tiempo,
compartiendo, encuentros.
Sé ciertamente que tan sólo son momentos,
momentos llenos de sueños y deseos,
de aire de vida,
de soplo de amor intenso,
fugaces como cometas,
volcán de sentimientos.
Sé que algunas palabras,
esconden sentimientos,
que se hallan contenidas
entre versos y silencio,
silencio de tu nombre en mis labios,
por temor a ser descubierto.
Sé desde mi instinto natural
que te concedo este amor incondicional,
fruto de un indómito sentimiento
que me tiene en desconcierto,
que me anima a enamorarme,
a avanzar y retroceder al mismo tiempo.
Y es que creo que me enamoré,
de tus ojos y tus besos,
de tu piel y de tu tacto,
de tu alma y de tu cuerpo.
Y es que me siento cautiva
por ese azul de tu mirada,
por esa pasión que te embarga
y esa sonrisa que me embriaga.
Y es que me siento perdida
por sentir tan gran amor,
por estar enloqueciendo
y no poder contener tanta pasión.
Sé que no puedo descifrar
este complicado corazón,
que se muere por esos besos prohibidos
que lo llenaron de sabor,
de esos momentos imperfectos,
de esas travesuras de amor.
Y ahora comprendo,
el poder de la seducción.
tiempo para nosotros,
tiempo que pasa como un sueño,
tú y yo, yo y tú,
compartiendo más que tiempo,
compartiendo, encuentros.
Sé ciertamente que tan sólo son momentos,
momentos llenos de sueños y deseos,
de aire de vida,
de soplo de amor intenso,
fugaces como cometas,
volcán de sentimientos.
Sé que algunas palabras,
esconden sentimientos,
que se hallan contenidas
entre versos y silencio,
silencio de tu nombre en mis labios,
por temor a ser descubierto.
Sé desde mi instinto natural
que te concedo este amor incondicional,
fruto de un indómito sentimiento
que me tiene en desconcierto,
que me anima a enamorarme,
a avanzar y retroceder al mismo tiempo.
Y es que creo que me enamoré,
de tus ojos y tus besos,
de tu piel y de tu tacto,
de tu alma y de tu cuerpo.
Y es que me siento cautiva
por ese azul de tu mirada,
por esa pasión que te embarga
y esa sonrisa que me embriaga.
Y es que me siento perdida
por sentir tan gran amor,
por estar enloqueciendo
y no poder contener tanta pasión.
Sé que no puedo descifrar
este complicado corazón,
que se muere por esos besos prohibidos
que lo llenaron de sabor,
de esos momentos imperfectos,
de esas travesuras de amor.
Y ahora comprendo,
el poder de la seducción.
Meridien, 2007
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