Descubrí mi ingenuidad esperando que vinieras a buscarme,
el tiempo se hizo eterno, la espera infinita,
los pensamientos incompletos, las dudas interminables,
el dolor...insuperable.
Inocente de mí,
que pensé que me querías,
que más allá de todo, me amabas para toda la vida,
que vendrías a buscarme y me salvarías.
Y en esa espera, deseando ese reencuentro mágico
donde podernos fundirnos en un beso apasionado,
rodeados del amor de nuestros abrazos
y el palpitar incesante de nuestros corazones
traspasando nuestras almas,
descubrí mi ingenuidad,
esperando.
Inocente de mí,
que pensé que me querías,
que más allá de todo, me amabas para toda la vida,
que vendrías a buscarme y me salvarías.
Y ahora sé de mi ingenuidad,
de esa inocencia perdida ignorando que de amor me moría,
con la mirada oculta tras un velo de esperanza
y el corazón herido con tantas mentiras.
Inocente de mí,
que pensé que me querías,
que más allá de todo, me amabas para toda la vida,
que vendrías a buscarme y me salvarías.
el tiempo se hizo eterno, la espera infinita,
los pensamientos incompletos, las dudas interminables,
el dolor...insuperable.
Inocente de mí,
que pensé que me querías,
que más allá de todo, me amabas para toda la vida,
que vendrías a buscarme y me salvarías.
Y en esa espera, deseando ese reencuentro mágico
donde podernos fundirnos en un beso apasionado,
rodeados del amor de nuestros abrazos
y el palpitar incesante de nuestros corazones
traspasando nuestras almas,
descubrí mi ingenuidad,
esperando.
Inocente de mí,
que pensé que me querías,
que más allá de todo, me amabas para toda la vida,
que vendrías a buscarme y me salvarías.
Y ahora sé de mi ingenuidad,
de esa inocencia perdida ignorando que de amor me moría,
con la mirada oculta tras un velo de esperanza
y el corazón herido con tantas mentiras.
Inocente de mí,
que pensé que me querías,
que más allá de todo, me amabas para toda la vida,
que vendrías a buscarme y me salvarías.
Meridien, 2007
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