Quizás esos ojos no brillen con tanto ímpetu
y alguien diga que están oxidados,
quizás quisiste hacerte hierro
y el agua de tus lágrimas texturizó esa imperfección de tu mirada.
Exhausta de batallar infinitos días,
avergonzada por querer abandonar,
imperfecta por no poder ser más,
surgen de ti miles de pensamientos dubitativos.
Porqué no hiciste aquello que pretendías,
porqué te negaste cierta tonalidad,
quizás tu manera de contener tu pasión desmedida,
de no dedicarte ningún día
y tímidamente querer soñar.
La luna estaba tan distante
y tú con ella sólo querías jugar,
que las noches se hacían pequeñas
y sólo te quedaba soñar.
Ojos apagados, tenues, sin tinta, sin mar,
ojos reconciliados con su memoria,
con la vida que los llenó de esperanzas desdibujadas
y esperanzas por dibujar,
ojos llenos de llantos,
ojos que aún han de madurar.
y alguien diga que están oxidados,
quizás quisiste hacerte hierro
y el agua de tus lágrimas texturizó esa imperfección de tu mirada.
Exhausta de batallar infinitos días,
avergonzada por querer abandonar,
imperfecta por no poder ser más,
surgen de ti miles de pensamientos dubitativos.
Porqué no hiciste aquello que pretendías,
porqué te negaste cierta tonalidad,
quizás tu manera de contener tu pasión desmedida,
de no dedicarte ningún día
y tímidamente querer soñar.
La luna estaba tan distante
y tú con ella sólo querías jugar,
que las noches se hacían pequeñas
y sólo te quedaba soñar.
Ojos apagados, tenues, sin tinta, sin mar,
ojos reconciliados con su memoria,
con la vida que los llenó de esperanzas desdibujadas
y esperanzas por dibujar,
ojos llenos de llantos,
ojos que aún han de madurar.
Meridien
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