Intento comprender las razones
que me llevan una y otra vez a pensar en ti,
sé que tu aroma es demasiado cautivador
para cada uno de mis sentidos,
que tu piel forma parte de mi deseo y tu mirada es el horizonte
que quieren conquistar mis besos,
pero sé que para ti sólo soy una más en tu recuento,
quizás con pequeñas diferencias llenas de dulces instantes vividos,
pero todo queda ahí,
no hay más allá de una pasión desmedida y el calor de unos cuerpos
que se saciaron mutuamente en sus encuentros,
y aunque quisiera que fuera diferente,
la realidad marca el destino del presente,
ni tú para mí, ni yo para ti,
hay una barrera entre ambos,
algo que ambos decidimos construir.
Y siempre es más fácil volver a unos brazos conocidos,
a un hogar que aunque no sea tan perfecto como con el que sueñas,
siempre acaba siendo el que te acoge
y te hace sentir en casa,
protegida, llena de calor humano,
de buenos sentimientos,
un lugar al cual perteneces desde siempre,
desde que llegaste a él y lo hiciste tuyo.
Intento comprender las razones que me llevan a ti,
que hacen que mis pensamientos
y sentimientos se amontonen esperando ser entendidos,
comprendidos por un corazón dividido en instantes,
y un espacio vacío que nadie puede llenar,
porque es el espacio de los sueños,
ese espacio lleno de vibraciones,
de besos que jamás se dieron en un tiempo concreto,
de esencias que quedaron grabadas y que sólo fueron sueños,
un espacio lleno de noches, de estrellas y lunas,
de palabras sin medidas y de intensas muestras de amor sin resentimientos.
Lo intento, una y otra vez,
y todavía no acabo de entender porque vuelvo de nuevo a ti,
si para ti sólo soy una más de tu recuento,
quizás porque yo me pierdo en mis sueños
y tú formas parte de ellos,
más la realidad siempre pone las cosas en su sitio
y acabo volviendo a los brazos que me acogen con amor
y buenos sentimientos,
y aunque quisiera que fuera diferente,
la realidad marca el destino del presente,
ni tú para mí, ni yo para ti,
hay una barrera entre ambos.
que me llevan una y otra vez a pensar en ti,
sé que tu aroma es demasiado cautivador
para cada uno de mis sentidos,
que tu piel forma parte de mi deseo y tu mirada es el horizonte
que quieren conquistar mis besos,
pero sé que para ti sólo soy una más en tu recuento,
quizás con pequeñas diferencias llenas de dulces instantes vividos,
pero todo queda ahí,
no hay más allá de una pasión desmedida y el calor de unos cuerpos
que se saciaron mutuamente en sus encuentros,
y aunque quisiera que fuera diferente,
la realidad marca el destino del presente,
ni tú para mí, ni yo para ti,
hay una barrera entre ambos,
algo que ambos decidimos construir.
Y siempre es más fácil volver a unos brazos conocidos,
a un hogar que aunque no sea tan perfecto como con el que sueñas,
siempre acaba siendo el que te acoge
y te hace sentir en casa,
protegida, llena de calor humano,
de buenos sentimientos,
un lugar al cual perteneces desde siempre,
desde que llegaste a él y lo hiciste tuyo.
Intento comprender las razones que me llevan a ti,
que hacen que mis pensamientos
y sentimientos se amontonen esperando ser entendidos,
comprendidos por un corazón dividido en instantes,
y un espacio vacío que nadie puede llenar,
porque es el espacio de los sueños,
ese espacio lleno de vibraciones,
de besos que jamás se dieron en un tiempo concreto,
de esencias que quedaron grabadas y que sólo fueron sueños,
un espacio lleno de noches, de estrellas y lunas,
de palabras sin medidas y de intensas muestras de amor sin resentimientos.
Lo intento, una y otra vez,
y todavía no acabo de entender porque vuelvo de nuevo a ti,
si para ti sólo soy una más de tu recuento,
quizás porque yo me pierdo en mis sueños
y tú formas parte de ellos,
más la realidad siempre pone las cosas en su sitio
y acabo volviendo a los brazos que me acogen con amor
y buenos sentimientos,
y aunque quisiera que fuera diferente,
la realidad marca el destino del presente,
ni tú para mí, ni yo para ti,
hay una barrera entre ambos.
Meridien
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