Larga es la noche cuando tú no estás cerca
cuando tu aroma sólo está en mi memoria,
cuando tu tacto es una huella en mi piel
y tus besos son un recuerdo impregnado en mis labios,
larga es la noche cuando mi pensamiento es único
y se compone todo de ti,
cuando mi cuerpo te reclama incesante
y mi piel exige en voz alta tu presencia.
Larga es la noche
y las demandas crecen para pedir por ti,
protestando en la oscuridad,
manifestándose en forma de un creciente deseo
cada vez más fuerte,
que mana desde el interior floreciendo en forma de sueños,
de una apetencia con claras pretensiones,
amarte, seducirte, gozarte,
yacer a tu lado intempestivamente,
una reminiscencia de esos momentos compartidos
y que fueron las delicias de nuestros deseos,
cautivos del sabor de ambos,
seducidos mutuamente,
complacidos en el júbilo de sus apetencias.
Larga es la noche cuando pienso
en tu lengua recorriendo todo mi cuerpo,
cuando tu sexo busca el hogar de mi sexo
y se complementan uniéndose en un acto sexual sin complejos,
larga es la noche cuando recuerdo tus brazos
sujetándome contra la pared
mientras tu boca recorría mi cuello,
mientras tu cuerpo me hacía suya
y tú te convertías en parte de mi alimento,
larga es la noche cuando mi corazón declara abiertamente
que es tuyo en esos momentos
y mi cuerpo confiensa en voz alta,
que él te amó primero.
Larga es la noche sin tu presencia,
signo notable de que eres trascendente.
cuando tu aroma sólo está en mi memoria,
cuando tu tacto es una huella en mi piel
y tus besos son un recuerdo impregnado en mis labios,
larga es la noche cuando mi pensamiento es único
y se compone todo de ti,
cuando mi cuerpo te reclama incesante
y mi piel exige en voz alta tu presencia.
Larga es la noche
y las demandas crecen para pedir por ti,
protestando en la oscuridad,
manifestándose en forma de un creciente deseo
cada vez más fuerte,
que mana desde el interior floreciendo en forma de sueños,
de una apetencia con claras pretensiones,
amarte, seducirte, gozarte,
yacer a tu lado intempestivamente,
una reminiscencia de esos momentos compartidos
y que fueron las delicias de nuestros deseos,
cautivos del sabor de ambos,
seducidos mutuamente,
complacidos en el júbilo de sus apetencias.
Larga es la noche cuando pienso
en tu lengua recorriendo todo mi cuerpo,
cuando tu sexo busca el hogar de mi sexo
y se complementan uniéndose en un acto sexual sin complejos,
larga es la noche cuando recuerdo tus brazos
sujetándome contra la pared
mientras tu boca recorría mi cuello,
mientras tu cuerpo me hacía suya
y tú te convertías en parte de mi alimento,
larga es la noche cuando mi corazón declara abiertamente
que es tuyo en esos momentos
y mi cuerpo confiensa en voz alta,
que él te amó primero.
Larga es la noche sin tu presencia,
signo notable de que eres trascendente.
Meridien
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