Sigo sumergida en este mar de emociones
que se contradicen una y otra vez,
creando un laberinto de ideas que parecen no tener fin,
resulta ser un desbarajuste en mi existencia,
un desorden que jamás quiso ser
y sin embargo creció en este galimatías
que es ahora mi vida,
en esta tergiversación de pensamientos
que deambulan por mi mente,
vagando sin rumbo fijo, sin norte.
No encuentro el momento ni el lugar,
ni siquiera el instante preciso,
para desprenderme de esta angustia
que se está enquistando,
mas temo las posibles consecuencias,
las de callar y omitir,
las de hablar y decidir.
El terror es tan grande
que las fuerzas disminuyen por momentos
y la debilidad se hace presente en forma de lágrimas y lamentos.
No, no debe ser así,
no se puede ir causando dolor por esta vida,
ni para ti ni para mí,
es una injusticia no reconocida.
que se contradicen una y otra vez,
creando un laberinto de ideas que parecen no tener fin,
resulta ser un desbarajuste en mi existencia,
un desorden que jamás quiso ser
y sin embargo creció en este galimatías
que es ahora mi vida,
en esta tergiversación de pensamientos
que deambulan por mi mente,
vagando sin rumbo fijo, sin norte.
No encuentro el momento ni el lugar,
ni siquiera el instante preciso,
para desprenderme de esta angustia
que se está enquistando,
mas temo las posibles consecuencias,
las de callar y omitir,
las de hablar y decidir.
El terror es tan grande
que las fuerzas disminuyen por momentos
y la debilidad se hace presente en forma de lágrimas y lamentos.
No, no debe ser así,
no se puede ir causando dolor por esta vida,
ni para ti ni para mí,
es una injusticia no reconocida.
Meridien
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