En esta tórrida tarde de verano,
donde el calor abrasador del aire es menos intenso
que el recuerdo de tu cuerpo sobre mi cuerpo,
donde vuela mi pensamiento intentando traerte a su lado,
donde el palpitar de este pequeño corazón
crece haciéndose cada vez más enérgico,
aquí, en este mismo instante,
el deseo crece sin esperar a nada ni a nadie
y mi cuerpo suspira por ti,
por tus besos,
por tus caricias,
accelerándose,
calentándose,
llegando a consumirse entre propósitos e intenciones.
Su anhelo por ti es tan grande
que necesitaría de toda una vida a tu lado para poderse saciar
y es que eres el manjar de su boca, eres especial.
Y no puede haber otro como tú a quien tanto desear
y acabar amándolo sin coste alguno,
porque contigo no hace falta imaginación,
ella emerge por sí sola,
porque contigo todo es gozo, placer,
y es que eres el deleite de este minúsculo corazón.
Y ahí estás, en sueños,
en intensas noches,
en intensas tardes y mañanas,
complaciendo esos momentos de locura, locura sana,
proporcionándole a mi cuerpo satisfacción, otro tipo de sustento.
Y ahí estás, tan cercano y a la vez tan lejos.
donde el calor abrasador del aire es menos intenso
que el recuerdo de tu cuerpo sobre mi cuerpo,
donde vuela mi pensamiento intentando traerte a su lado,
donde el palpitar de este pequeño corazón
crece haciéndose cada vez más enérgico,
aquí, en este mismo instante,
el deseo crece sin esperar a nada ni a nadie
y mi cuerpo suspira por ti,
por tus besos,
por tus caricias,
accelerándose,
calentándose,
llegando a consumirse entre propósitos e intenciones.
Su anhelo por ti es tan grande
que necesitaría de toda una vida a tu lado para poderse saciar
y es que eres el manjar de su boca, eres especial.
Y no puede haber otro como tú a quien tanto desear
y acabar amándolo sin coste alguno,
porque contigo no hace falta imaginación,
ella emerge por sí sola,
porque contigo todo es gozo, placer,
y es que eres el deleite de este minúsculo corazón.
Y ahí estás, en sueños,
en intensas noches,
en intensas tardes y mañanas,
complaciendo esos momentos de locura, locura sana,
proporcionándole a mi cuerpo satisfacción, otro tipo de sustento.
Y ahí estás, tan cercano y a la vez tan lejos.
Meridien
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