Tachan mi conducta con sus palabras,
esas que propagan a ultranza,
sin meditar si carecen de certeza o no,
hablan de ineptitud, de incompetencia,
visten el esfuerzo de nulidad
y por más que el tiempo pase
el cretinismo aumenta sin cesar.
Miden la capacidad con números,
la destreza por situaciones donde se ven implicados
y siempre resueltas a su favor
aunque éste no sea el tuyo,
miden tus palabras pero no las que ellos promulgan,
tasan tus acciones pero no prestan atención a las suyas,
suyo es el poder,
el poder de perjudicar, de deteriorar en su propio beneficio.
Confunden el esfuerzo,
confunden la implicación,
distorsionan el trabajo
y renombran el término responsabilidad.
Que fácil es tachar, anular,
tildar, reprochar, acusar,
que fácil es herir, lascerar, injuriar,
que cómodo resulta tullir y atormentar.
Tachan mi conducta con sus palabras
y ni siquiera se han escuchado.
esas que propagan a ultranza,
sin meditar si carecen de certeza o no,
hablan de ineptitud, de incompetencia,
visten el esfuerzo de nulidad
y por más que el tiempo pase
el cretinismo aumenta sin cesar.
Miden la capacidad con números,
la destreza por situaciones donde se ven implicados
y siempre resueltas a su favor
aunque éste no sea el tuyo,
miden tus palabras pero no las que ellos promulgan,
tasan tus acciones pero no prestan atención a las suyas,
suyo es el poder,
el poder de perjudicar, de deteriorar en su propio beneficio.
Confunden el esfuerzo,
confunden la implicación,
distorsionan el trabajo
y renombran el término responsabilidad.
Que fácil es tachar, anular,
tildar, reprochar, acusar,
que fácil es herir, lascerar, injuriar,
que cómodo resulta tullir y atormentar.
Tachan mi conducta con sus palabras
y ni siquiera se han escuchado.
Meridien
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