A diario me encuentro cara a cara
con la mirada de la experiencia,
con la sabiduría reflejada en un rostro,
con la habilidad delegada en palabras
y el calor humano que emerge en forma de buenos días.
A diario, crece mi respeto por quien no se rinde,
por quien lucha por lo suyo y los suyos,
por quien sabe hacer partícipes al resto
y decidir desde la razón sin olvidar el corazón.
A diario, desde la distancia,
ese rostro se convierte en el horizonte de mi vida,
en el punto de fuga de mis pensamientos
que sienten la necesidad de aprender,
de sentir ese conocimiento ampliado
que sólo dan los años,
las experiencias,
las habilidades innatas y las aprendidas,
los errores y los aciertos,
la lógica y la intuición.
Querida madurez,
cada vez te siento más cercana
y me pregunto si alguna vez
mi rostro denotará tanto conocimiento,
mis palabras serán tan acertadas
y veré reflejada en mis pupilas
aquella mirada que a diario la mía admira.
Querida madurez, ya me contarás.
con la mirada de la experiencia,
con la sabiduría reflejada en un rostro,
con la habilidad delegada en palabras
y el calor humano que emerge en forma de buenos días.
A diario, crece mi respeto por quien no se rinde,
por quien lucha por lo suyo y los suyos,
por quien sabe hacer partícipes al resto
y decidir desde la razón sin olvidar el corazón.
A diario, desde la distancia,
ese rostro se convierte en el horizonte de mi vida,
en el punto de fuga de mis pensamientos
que sienten la necesidad de aprender,
de sentir ese conocimiento ampliado
que sólo dan los años,
las experiencias,
las habilidades innatas y las aprendidas,
los errores y los aciertos,
la lógica y la intuición.
Querida madurez,
cada vez te siento más cercana
y me pregunto si alguna vez
mi rostro denotará tanto conocimiento,
mis palabras serán tan acertadas
y veré reflejada en mis pupilas
aquella mirada que a diario la mía admira.
Querida madurez, ya me contarás.
Meridien
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