Ya olvidaste que te amo,
que cada día a tu lado era como un premio,
que los incentivos eran tus besos y caricias
y mi salario era parte de tu amor sincero,
ahora reniegas de mi presencia
y me arrinconas como a un objeto,
he quedado relegada a un oscuro rincón,
desatendida, ignorada, omitida.
Qué cambió tú opinión,
que ahora se muestra inmutable,
la fugacidad de tu elección, dejó perpleja mi mente,
no hay razón aparente
y sólo cabe citar la veleidad de tus decisiones.
Calvario es el que recorren mis besos,
que ahora no encuentran el soporte perfecto,
conjoga la que tienen mis ojos
por no ser la predilección de los tuyos
mientras mis manos acarician sólo aire,
alto,
precaución,
ni siquiera es aire puro.
que cada día a tu lado era como un premio,
que los incentivos eran tus besos y caricias
y mi salario era parte de tu amor sincero,
ahora reniegas de mi presencia
y me arrinconas como a un objeto,
he quedado relegada a un oscuro rincón,
desatendida, ignorada, omitida.
Qué cambió tú opinión,
que ahora se muestra inmutable,
la fugacidad de tu elección, dejó perpleja mi mente,
no hay razón aparente
y sólo cabe citar la veleidad de tus decisiones.
Calvario es el que recorren mis besos,
que ahora no encuentran el soporte perfecto,
conjoga la que tienen mis ojos
por no ser la predilección de los tuyos
mientras mis manos acarician sólo aire,
alto,
precaución,
ni siquiera es aire puro.
Meridien
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