Ir al contenido principal

Somos humanos, imperfectos y emotivos.

Nos une el sol y la noche,
un cielo estrellado,
un viento que nunca permanece constante
sino que vibra como la vida misma,
nos une una tierra fértil, el agua transparente,
el fuego incandescente que creamos,
nos une la vida y la muerte,
pues somos seres humanos, nuestro mejor presente.

Nos movemos en un mundo de contradicciones,
ahora nos amamos,
ahora nos odiamos,
ahora luchamos juntos,
ahora separados…
Es nuestra humanidad la que nos hace tan diferentes
pero no olvidemos que estamos plenamente conectados.

Sentimos dolor, sentimos amor, sentimos anhelos,
sentimos tristeza, alegría y satisfacción…
Nuestro corazón late con cada sentimiento
y las fuerzas aumentan o decrecen según la sensación,
es nuestra naturaleza humana
la que traza nuestro destino y determinación.

No importa, el color de nuestros ojos,
de nuestro cabello o de nuestra piel,
importa el color que le damos a nuestra vida y a la de los demás.
No importa nuestro lenguaje,
nuestro idioma, nuestra habla o mudez,
importa lo que transmitimos,
lo que hacemos sentir con nuestras palabras y nuestras acciones,
esas son las verdaderas huellas de la humanidad.

Somos humanos y a veces nos olvidamos,
nos da miedo ser vulnerables, imperfectos,
débiles o accesibles,
nos gusta vestirnos de perfección, de fortaleza,
de energía y distinción,
pero la verdadera fortaleza
está en reconocer nuestras debilidades
y transformarlas en vitalidad.

Alarga tu mano para quien lo necesite
y recibe con humildad,
la vida no es justa ni injusta,
es vida sin más.
Es la travesía por ella la que nos agita,
nos emociona, nos arrebata o nos da,
es lo que como seres humanos ejecutemos,
lo que la hará ensombrecer o brillar.


-Meridien, 2016-

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mamá, allí donde estés... te queremos.

Hola mamá, no han pasado ni unas horas desde que te fuiste y ya te hecho de menos. Nada es lo mismo sin ti, sin tu sonrisa, sin tus ganas de vivir, sin tu mirada siempre dulce y acogedora. Ahora el silencio llena la casa y este dolor que siento en mi corazón me desborda y me deja sin palabras. Nunca imaginé esta despedida, ni esta sensación de tristeza que me inunda, no estaba preparada para perderte, para que te fueras tan pronto y tan rápido. La vida es dura, te da y te quita cuando menos te lo esperas, pero es tan valiosa que nos aferramos a ella hasta el último suspiro. Hoy tu corazón ha dejado de latir y tu vida se ha apagado como una estrella fugaz, pero tu esencia, tu recuerdo y tu gran amor permanece en cada uno de nosotros. Sé que hay que ser fuerte, me lo digo una y otra vez, pero las lágrimas queman mi piel y mi corazón se despedaza con cada pensamiento… pero la vida sigue y hay que superar este difícil momento. Mamá, donde estés, ya sabes que te queremos. Ya sabes que h

Parafraseando

Descubro en tu tímida mirada que te enamoraste de mi, de mis pequeñas palabras, veo en tus frases esos sentimientos escritos sin prisas pero sin pausas y entre ellos me reconozco. Percibo que hay algo que los une a mi, que los asocia y los vinculan, como si cohabitaran en un espacio indefinido y a la vez concreto. Imaginación no te falta no necesitas de vagas palabras parafraseas ante la mediocridad, avanzas cuando tu corazón te llama, seguramente tu amor no tiene fin seguramente viste algo en mi y decidiste perderte en la esencia de la magia. Meridien

Hoy rezo por ti

Hoy rezo por ti, desde la distancia, con el corazón encogido por el dolor, con las lágrimas derramándose por mis mejillas y mis ojos inundándose en un mar de sentimientos. Hoy rezo por ti, porque no tengas ni un segundo de sufrimiento porque la paz te envuelva con su manto y te abrace sin dejarte sola ni un momento. No puedo estar a tu lado presente pero si lo estoy en la distancia, ahora mismo te tengo entre mis brazos, beso tu frente y te digo, estoy contigo, estoy a tu lado. Quizás no puedas ni verme, quizás ni me oigas, pero estoy segura que tu alma me siente, que de alguna forma me percibe porque la mía solloza. No puedo evitar esta pena, no puedo enmudecer este dolor, no puedo ni gritar al cielo no puedo, no. Quisiera sentir tu tacto, tus besos y tus caricias, quisiera oir tu voz y disfrutar de tu sonrisa, quisiera pasear a tu lado y hablar como si el tiempo no hubiera pasado, pero hoy tan solo puedo rezar y s