Si te caes, aprende a levantarte,
no dudes en alzar la cabeza,
mirar hacia el cielo y recuperar las fuerzas,
respirar profundo,
coger impulso,
sentir que la vida te ofrece más que su esencia,
una nueva oportunidad.
Pierde tus miedos,
perdona tus errores,
no somos inmunes a lo externo,
ni siquiera a nosotros mismos.
Hay muchas formas de caer,
de tristeza,
de golpes,
de dudas,
de crueldad,
de falsedad…
Pero también hay miles de formas de levantarse,
con sueños,
con motivación,
con corazón y alegría,
con manos amigas…
No dudes de tu fortaleza,
aunque a veces olvides que la llevas contigo,
en tu interior,
porque en el fondo,
siempre está ahí.
Búscala, llámala con todas tus fuerzas para que salga,
alienta a tu corazón a reclamarla,
dile a tus pies, a tu manos,
a tu cuerpo, que se revelen contra la gravedad,
no te dejes caer de nuevo.
Como capitán de tu vida,
siente el orgullo de haber ganado batallas
que algunas veces parecían perdidas.
Y si de nuevo te caes,
no dudes en volver a levantarte,
no pierdes nada
y ganas
unas vistas desde arriba impresionantes.
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Meridien , 2016
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