Ir al contenido principal

Lo prohibido


QUEDA PROHIBIDO

  • Queda prohibido llorar sin aprender,
  • levantarte un día sin saber que hacer,
  • tener miedo a tus recuerdos.

  • Queda prohibido no sonreír a los problemas,
  • no luchar por lo que quieres,
  • abandonarlo todo por miedo,
  • no convertir en realidad tus sueños.

  • Queda prohibido no demostrar tu amor,
  • hacer que alguien pague tus deudas y el mal humor.

  • Queda prohibido dejar a tus amigos,
  • no intentar comprender lo que vivieron juntos,
  • llamarles solo cuando los necesitas.

  • Queda prohibido no ser tú ante la gente,
  • fingir ante las personas que no te importan,
  • hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,
  • olvidar a toda la gente que te quiere.

  • Queda prohibido no hacer las cosas por tí mismo,
  • tener miedo a la vida y a sus compromisos,
  • no vivir cada día como si fuera un último suspiro.

  • Queda prohibido echar a alguien de menos sin
  • alegrarte, olvidar sus ojos, su risa,
  • todo porque sus caminos han dejado de abrazarse,
  • olvidar su pasado y pagarlo con su presente.

  • Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
  • pensar que sus vidas valen más que la tuya,
  • no saber que cada uno tiene su camino y su dicha.

  • Queda prohibido no crear tu historia,
  • no tener un momento para la gente que te necesita,
  • no comprender que lo que la vida te da, también te lo quita.

  • Queda prohibido no buscar tu felicidad,
  • no vivir tu vida con una actitud positiva,
  • no pensar en que podemos ser mejores,
  • no sentir que sin ti este mundo no sería igual.
Pablo Neruda

Comentarios

Entradas populares de este blog

Amigo mío. (Antoine De Saint-Exupéry)

Amigo mío, tengo tanta necesidad de tu amistad. Tengo sed de un compañero que respete en mí, por encima de los litigios de la razón, el peregrino de aquel fuego. A veces tengo necesidad de gustar por adelantado el calor prometido, y descansar, más allá de mí mismo, en esa cita que será la nuestra. Hallo la paz. Más allá de mis palabras torpes, más allá de los razonamientos que me pueden engañar, tú consideras en mí, simplemente al Hombre, tú honras en mí al embajador de creencias, de costumbres, de amores particulares. Si difiero de ti, lejos de menoscabarte te engrandezco. Me interrogas como se interroga al viajero, Yo, que como todos, experimento la necesidad de ser reconocido, me siento puro en ti y voy hacia ti. Tengo necesidad de ir allí donde soy puro. Jamás han sido mis fórmulas ni mis andanzas las que te informaron acerca de lo que soy, sino que la aceptación de quien soy te ha hecho necesariamente indulgente para con esas andanzas y esas fórmulas. Te estoy agradecido porque me...

De casualidad

Te encontré de casualidad entre palabras y silencios, descubrí una nueva forma de sentir teñida de azul intenso. Y desde lejos, te admiraba y de cerca, te sentía, y más allá de un buen momento, lo nuestro duró toda una vida. Me niego a sentir que te pierdo, me niego a pensar que te alejas, y aunque el tiempo marque distancias, el amor siempre nos acerca. Tu mirada y tu sonrisa, siempre cálidas y atentas, llenan de paz y sosiego, mi alma y mi rostro. Somos parte de miradas, algunas cercanas y otras ajenas, siempre distantes de nuestra historia mas atentos a nuestras elecciones. Y de la casualidad de un día, y de ese inesperado momento, se ha creado una relación intensa, dulce, cálida y a la vez hermosa. Pues de las palabras y silencios nacen bonitas historias, te encontré de casualidad y ahora la casualidad, es, historia. Meridien, 2006

Si te caes...

Si te caes, aprende a levantarte, no dudes en alzar la cabeza, mirar hacia el cielo y recuperar las fuerzas, respirar profundo, coger impulso, sentir que la vida te ofrece más que su esencia, una nueva oportunidad. Pierde tus miedos, perdona tus errores, no somos inmunes a lo externo, ni siquiera a nosotros mismos. Hay muchas formas de caer, de tristeza, de golpes, de dudas, de crueldad, de falsedad… Pero también hay miles de formas de levantarse, con sueños, con motivación, con corazón y alegría, con manos amigas… No dudes de tu fortaleza, aunque a veces olvides que la llevas contigo, en tu interior, porque en el fondo, siempre está ahí. Búscala, llámala con todas tus fuerzas para que salga, alienta a tu corazón a reclamarla, dile a tus pies, a tu manos, a tu cuerpo, que se revelen contra la gravedad, no te dejes caer de nuevo. Como capitán de tu vida, siente el orgullo de haber ganado batallas que alguna...