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Cara a cara

Te tengo cara a cara,
nuestros cuerpos cada vez más cercanos,
nos llenamos de miradas cómplices,
de una pasión que nos incita a amarnos.
Y tu boca me provoca
morder esos labios que reclaman ser besados,
y quemarme con el calor que desprenden
y apagar su fuego saboreándolos.
Te tengo cara a cara
y deseo lanzarme en tus brazos,
más no resulta oportuno,
tampoco es el momento adecuado.
Tengo que parar esta incitación
que mis entrañas han creado,
que mi imaginación ha alimentado
y mi cuerpo ha soñado,
y es que por dentro me estoy quemando
por este deseo que crece sin descanso,
por estas ansias de tenerte entre mis brazos.
Y besar tu boca con mi boca
y humedecer tus labios con mis labios,
dedicarte pequeños mordiscos
al suavemente saborearlos.
Y seguir adelante con tu cuerpo,
paseando mi lengua por tu piel
y mi piel por tu regazo.
Y quiero acariciarte entero
sin dejar atrás ningún espacio
y besarte,
y lamerte,
y morderte,
y amarte, como nunca te han amado.
Y quiero dedicarte mis besos,
mis labios,
mis pechos,
mis abrazos,
quiero que mi cuerpo sea tuyo,
cada día,
cada noche,
cada instante que esté a tu lado.
Y es que quiero tenerte,
y es que deseo amarte
en esta pasión creciente
que se acentúa por tu amor encantado.
Y acabar las noches amándonos
y despertar los amaneceres abrazados
y recibir los días, enamorados.


Meridien, 2007

Comentarios

Chamanica ha dicho que…
Hola...

Hay un libro de un escritor argentino, Julio Cortazar, llamado Rayuela, que en uno de sus fragmentos tiene una descripción muy similar a esta, pero habla del beso...del momento del beso.

Muy linda por cierto
Pao*
isi ha dicho que…
Muchas gracias por tu anotación, la verdad es que los sentimientos son universales y suelen coincidir en espacio y tiempo, está comprobado.

Muchísimas gracias.

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