Te tengo cara a cara,
nuestros cuerpos cada vez más cercanos,
nos llenamos de miradas cómplices,
de una pasión que nos incita a amarnos.
Y tu boca me provoca
morder esos labios que reclaman ser besados,
y quemarme con el calor que desprenden
y apagar su fuego saboreándolos.
Te tengo cara a cara
y deseo lanzarme en tus brazos,
más no resulta oportuno,
tampoco es el momento adecuado.
Tengo que parar esta incitación
que mis entrañas han creado,
que mi imaginación ha alimentado
y mi cuerpo ha soñado,
y es que por dentro me estoy quemando
por este deseo que crece sin descanso,
por estas ansias de tenerte entre mis brazos.
Y besar tu boca con mi boca
y humedecer tus labios con mis labios,
dedicarte pequeños mordiscos
al suavemente saborearlos.
Y seguir adelante con tu cuerpo,
paseando mi lengua por tu piel
y mi piel por tu regazo.
Y quiero acariciarte entero
sin dejar atrás ningún espacio
y besarte,
y lamerte,
y morderte,
y amarte, como nunca te han amado.
Y quiero dedicarte mis besos,
mis labios,
mis pechos,
mis abrazos,
quiero que mi cuerpo sea tuyo,
cada día,
cada noche,
cada instante que esté a tu lado.
Y es que quiero tenerte,
y es que deseo amarte
en esta pasión creciente
que se acentúa por tu amor encantado.
Y acabar las noches amándonos
y despertar los amaneceres abrazados
y recibir los días, enamorados.
nuestros cuerpos cada vez más cercanos,
nos llenamos de miradas cómplices,
de una pasión que nos incita a amarnos.
Y tu boca me provoca
morder esos labios que reclaman ser besados,
y quemarme con el calor que desprenden
y apagar su fuego saboreándolos.
Te tengo cara a cara
y deseo lanzarme en tus brazos,
más no resulta oportuno,
tampoco es el momento adecuado.
Tengo que parar esta incitación
que mis entrañas han creado,
que mi imaginación ha alimentado
y mi cuerpo ha soñado,
y es que por dentro me estoy quemando
por este deseo que crece sin descanso,
por estas ansias de tenerte entre mis brazos.
Y besar tu boca con mi boca
y humedecer tus labios con mis labios,
dedicarte pequeños mordiscos
al suavemente saborearlos.
Y seguir adelante con tu cuerpo,
paseando mi lengua por tu piel
y mi piel por tu regazo.
Y quiero acariciarte entero
sin dejar atrás ningún espacio
y besarte,
y lamerte,
y morderte,
y amarte, como nunca te han amado.
Y quiero dedicarte mis besos,
mis labios,
mis pechos,
mis abrazos,
quiero que mi cuerpo sea tuyo,
cada día,
cada noche,
cada instante que esté a tu lado.
Y es que quiero tenerte,
y es que deseo amarte
en esta pasión creciente
que se acentúa por tu amor encantado.
Y acabar las noches amándonos
y despertar los amaneceres abrazados
y recibir los días, enamorados.
Meridien, 2007
Comentarios
Hay un libro de un escritor argentino, Julio Cortazar, llamado Rayuela, que en uno de sus fragmentos tiene una descripción muy similar a esta, pero habla del beso...del momento del beso.
Muy linda por cierto
Pao*
Muchísimas gracias.