... cuéntame

Tu mirada me provoca...tus labios me tientan no me busques...pues me encuentras... y sólo me queda soñar despierta..... y sueño.... sueño con tu cuerpo bajo el mío, siento ese desliz de tu piel buscando la mía, suave, con calidez, sin prisas. Sueño com mis labios húmedos paseándose por tu cuerpo, y sin pensarlo, muerdo delicadamente una parte de ti. Y en este tentador paseo, mis manos buscan las tuyas, entrelazándose nuestros dedos, dejándose seducir la una por la otra, y mis ansias crecen en este vaivén de pasiones, en este ardiente deseo que se brinda entre nuestros cuerpos, y sueño.... sueño con tu boca siendo el alimento de la mía, con tus manos siendo las caricias que excitan mi piel, con esos abrazos que estrechan tu pecho contra el mío, abrazándome con firmeza, haciéndome suya, siendo uno solo. Y sigo soñando despierta, y siento tus manos sobre mis pechos bajando hasta mis caderas, apretándolas con firmeza, apoderándose de ellas. Siento la ternura de tus caricias y tu olor sobre

Ya no saben a nada tus besos, ni a sal ni a azúcar, se han vuelto ínsipidos, insulsos, sosos, son algo trivial, corrientes, ya no pertenecen a aquellos instantes que me quitaban el aliento, y besaban mi piel con tanto deseo. Ya no saben a nada tus besos, ya no son el fuego que calentaban mi ser, que ruborizaban mi rostro o excitaban mi piel. Incapaces de encender esa llama de deseo, ese pequeño escalón de placer, ahora han dejado de ser especiales para convertirse en besos textuales. Ya no saben a nada tus besos, son llanos, lisos, planos, literales, ya no son besos ardientes, efusivos, fogosos o impulsivos, más bien son cordiales y poco expresivos. Ya no saben a nada tus besos, pues con ellos te he perdido. Meridien, 2007

Me declaro culpable de mi amor egoísta, aquél que sólo desearía tenerte para mí, me declaro culpable, de desear las caricias de tus manos sobre mi tímida piel, de anhelar tus besos en este espacio infinito y desde la distancia seguir deseándote. Me declaro culpable del destino que elejí, de lo que sucede a mi lado, conmigo, sin mí, sin tí, me declaro culpable de todos los momentos en los cuales mi cuerpo navegaba entre las olas de tu cuerpo, sintiendo el latir de la vida, perdiéndose entre tus miradas, desvaneciéndose entre tus sonrisas. Me declaro culpable por amarte, por quererte, por sentir algo que me hace impredecible, que me enamora, que crece con cada una de tus miradas y que desearía reclamar hasta tu alma, me declaro culpable, por saber que te quiero, me declaro culpable ante ti, mi juez. Meridien, 2007

Sólo tú. Sólo tú, eres el fuego que enciende mis deseos, eres el agua que calma mi sed y la brisa que acaricia mi cuerpo. Sólo tú, eres el mar que baña mi alma, eres la voz que me concede calma y serena mi inquietud. Sólo tú eres el cielo que inspira mis palabras, el regazo que acuna mi solitud y que me cede su compañía, ese eres tú. Porque tu ojos azules como el cielo iluminan mis pasos al compás del viento, porque tu boca de miel llena mis labios de fuego y deseo, porque tus besos de ángel cubren mis heridas de pétalos, porque tu cuerpo es aquél que ansia mi cuerpo, tú eres aquel, aquel que yo deseo. Sólo tú, eres la pretensión de mi cuerpo, de mi alma y mi corazón, eres ese anhelo que me llena de ilusión, eres el apetito del palpitar de mi corazón, eres aquello que deseo, eres lo que no puedo tener yo, ese eres tú, sólo tú. Meridien, 2007

Qué és pèrdua, em vaig preguntar, i el meu cor em contestà, és allò que em fa molt de mal i ja sé que no sempre ho pots evitar, però aquesta paraula em dona por i em fa més que mal i més que dolor. Has perdut molts amics a lo llarg del teu camí, has perdut família i coneguts, somnis i realitats, amors i amants, no ho pots negar, el teu destí és perdre, perque sempre has perdut. Atemorida per la certesa de la resposta, trista, per tanta realitat en les paraules, faig una volta cap enredera i m'adono de totes les meves derrotes. I fa mal perdre família, coneguts o als amics, fa molt de mal i ets sent sola, però més mal fa sapiguer que els vas perdre sense cap sentit, sense respostes, que un dia en el teu camí van dir-te adéu o simplement ja no els vas veure més, fa mal, fa molt de mal i és una pèrdua que importa. I en el silenci és fa reso d'aquestes pèrdues que fan mal al teu cor, i ets sent sola, i la teva ànima trista, i el teu cor abatut, has perdut, ha tornat a passar, sempr

Al llit, envoltada només d'aire, sentint les carícies que tan tendrament els llençols em donaven, il·luminada en la foscor per la llum d'una lluna que des del cel contemplava la meva tristesa, i jo, passejant entre pensaments que no deixaven als meus ulls tancar-se, pensaments que canviaven contínuament el ritme del meu cor, que me'n portaven més enllà d'on volia anar jo. I la nit es fa llarga, extensa, sembla no tenir fi i els meus ulls només preguen per dormir ara que no poden veure a aquell que tant s'estimen, ara que no poden parlar amb els ulls que els fan viure, i allà, al llit, envoltada només d'aire, sabent que no rebré les carícies tant esperades, que no m'enlluernaré amb una mirada d'amor, que no sentiré el batec del teu cor al costat del meu, que la soledat seguirà sent present, allà, pregant per una mica d'amor fet realitat en una paraula, allà, després d'una nit llarga, quan un raig de llum va anunciar la matinada, allà, van morir el

Hecho de menos compartir unas palabras, hecho de menos esas sonrisas que me dedicabas, hecho de menos tus besos, tus abrazos, tu aroma, todo aquello que te hace ser tú, parte de tu esencia. Tengo carencia de ese cariño que me dabas, siento la ausencia de ese amor que recibía, escasez de tu mimos que tan gratuitamente me concedías. Siento el destierro de mis adentros que se revuelven en infinitud de pensamientos, la soledad es tan grande y exclusiva, que el único pensamiento de alegría queda desamparado ante tanta melancolía. Y sólo quisiera tenerte cerca. Meridien, 2007

Caminante, tú que no dejas de caminar, que visitas parajes inigualables, que disfrutas de la tierra, el aire y el mar, caminante de la vida, caminante de corazones, caminante sin más. Yo te pido un alto en tu camino para poderte acompañar, deja que mis pasos sigan tu emotivo caminar, deja que sean compañeros, camaradas, amantes o simplemente amigos sin más. Descansa un rato a mi lado, lega un poco de tí a mi ser, concédete un tiempo para reemprender, para saborear aquello que está a tu lado, admira la belleza que te rodea, sin prisas, deléitate con la pausa y luego dame tu mano, pérmiteme ser tu compañía de aquí hasta el fin de nuestros días. Caminante, tú que no dejas de caminar, haz un alto en tu camino para que te pueda acompañar, déjame mostrarte el camino desde una perspectiva especial, aquella que no es tuya y que sólo yo te puedo enseñar, caminante vayamos unidos, seamos uno solo en este andar, caminantes para toda la vida, amantes en la eternidad. Meridien, 2007

Cuantos amaneceres se suceden sin tu presencia, cuantos despertares sin tu incandescencia, sin tu sonrisa que endulzaba mi corazón, sin tus miradas fruto de la pasión. Hoy otro nuevo despertar y sigues sin estar a mi lado, sin poder acariciarme con tus suaves manos, sin poder embriagarme de ese aroma que desprendes, aroma a pétalos de flor, sabor de amor. Y me emociono recordándote, rememorando cada uno de tus besos, cada una de aquellas miradas que seducían mi corazón, declarando, confesando, aceptando que tú serás siempre mi gran amor y sin embargo, no te tengo. Ni por muchas tesis, argumentos o sentencias, nada cambiará, la permuta no es posible, mi corazón se niega a olvidar. Y en mis horas metarmofoseo intentando mudarme, evadirme de la inconsciencia de algunos actos, intentando que no duela tanto el estar separados, distantes, aislados, lejanos, te siento tan dentro de mí que me da miedo ese amor tan alocado, ese amor tan consciente de ser el más amado y me pierdo en mis horas, m

Llénate de mí. Ansíame, agótame, viérteme, sacrifícame. Pídeme. Recógeme, contiéneme, ocúltame. Quiero ser de alguien, quiero ser tuyo, es tu hora, Soy el que pasó saltando sobre las cosas, el fugante, el doliente. Pero siento tu hora, la hora de que mi vida gotee sobre tu alma, la hora de las ternuras que no derramé nunca, la hora de los silencios que no tienen palabras, tu hora, alba de sangre que me nutrió de angustias, tu hora, medianoche que me fue solitaria. Libértame de mí. Quiero salir de mi alma. Yo soy esto que gime, esto que arde, esto que sufre. Yo soy esto que ataca, esto que aúlla, esto que canta. No, no quiero ser esto. Ayúdame a romper estas puertas inmensas. Con tus hombros de seda desentierra estas anclas. Así crucificaron mi dolor una tarde. Quiero no tener límites y alzarme hacia aquel astro. Mi corazón no debe callar hoy o mañana. Debe participar de lo que toca, debe ser de metales, de raíces, de alas. No puedo ser la piedra que se alza y que no vuelve, no puedo se

AMIGA, no te mueras. Óyeme estas palabras que me salen ardiendo, y que nadie diría si yo no las dijera. Amiga, no te mueras. Yo soy el que te espera en la estrellada noche. El que bajo el sangriento sol poniente te espera. Miro caer los frutos en la tierra sombría. Miro bailar las gotas del rocío en las hierbas. En la noche al espeso perfume de las rosas, cuando danza la ronda de las sombras inmensas. Bajo el cielo del Sur, el que te espera cuando el aire de la tarde como una boca besa. Amiga, no te mueras. Yo soy el que cortó las guirnaldas rebeldes para el lecho selvático fragante a sol y a selva. El que trajo en los brazos jacintos amarillos. Y rosas desgarradas. Y amapolas sangrientas. El que cruzó los brazos por esperarte, ahora. El que quebró sus arcos. El que dobló sus flechas. Yo soy el que en los labios guarda sabor de uvas. Racimos refregados. Mordeduras bermejas. El que te llama desde las llanuras brotadas. Yo soy el que en la hora del amor te desea. El aire de la tarde cimb